Los países no alineados rechazaron hoy el informe del director general de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), Michel Hansene, porque "implícitamente endosa la cláusula social".
Con una declaración ante la Conferencia Internacional del Trabajo, reunida actualmente en Ginebra, el Movimiento de Países No Alineados (Noal) reavivó el debate sobre la cláusula social que prácticamente enfrenta al mundo industrializado con las naciones en desarrollo.
La cláusula social, que pretende supeditar el libre comercio al cumplimiento de las normas laborales internacionales, quedó descartada después de la última conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), recordó la declaración del Noal.
La conferencia ministerial de la OMC celebrada en Singapur en diciembre pasado, rechazó "el uso de normas laborales con propósitos proteccionistas" y estipuló que la ventaja comparativa, en particular de los países en desarrollo con bajos salarios, "no debe ponerse en tela de juicio".
En oposición a esos criterios, el informe de Hansene "parece adherirse a los enfoques proteccionistas que vinculan el comercio con las normas laborales", dijo el Noal.
El embajador de Colombia ante los organismos internacionales de Ginebra, Gustavo Castro Guerrero, leyó la declaración este miércoles, durante la sesión plenaria de la conferencia.
Castro precisó que lo hacía en nombre de los 113 estados miembros del Noal y cinco estados observadores, incluida China, y aclaró que cuatro integrantes del bloque -Chile, Jamaica, Sudáfrica y Venezuela- formularon reservas al texto.
La declaración del Noal cuestionó de plano las propuestas de Hansene en su informe sobre la actividad normativa de la OIT en la era de la mundialización.
El director general propuso a los estados miembros la adopción de medidas para lograr que la liberalización del comercio vaya acompañada del progreso social.
Hansene propició el respeto de los derechos humanos fundamentales en el mundo del trabajo, plasmados en los convenios básicos de la OIT: libertad sindical y negociación colectiva, trabajo forzoso, lucha contra la discriminación y edad mínima.
Otra idea del funcionario auspició la utilización de una "etiqueta social global" para premiar a los productores que observen los principios consagrados por los convenios básicos.
El Noal expresó preocupación por el informe de Hansene debido a que registra algunas imperfecciones e "introduce un vínculo insostenible entre las normas laborales y el comercio", lo que consideró inaceptable, dijo Castro.
La conferencia ministerial de Singapur "no confirió a la OIT un nuevo mandato para tomar una iniciativa sobre comercio y normas laborales", precisó el diplomático de Colombia, país que preside actualmente el Noal.
En abierta polémica, el Noal manifestó que la diversidad en la aplicación de normas laborales refleja básicamente las diferencias en los niveles de desarrollo económico.
"Las normas laborales no son la causa principal de la ventaja comparativa de los países en desarrollo", proclamó la declaración. Además, "no hay evidencia de que los menores niveles de protección social afecten a los parámettros comerciales", agregó.
La declaración del Noal signó prácticamente la suerte del informe de Hansene, el funcionario de origen belga que concluirá en marzo de 1999 su mandato al frente de la OIT.
Las opiniones sobre el informe que los delegados expresan durante la Conferencia Internacional del Trabajo sirven de antecedente para el juicio que adopta el Consejo de Administración de la OIT.
La próxima reunión del Consejo se realizará el 20 de este mes, al día siguiente del cierre de la conferencia. La siguiente sesión está prevista para noviembre próximo. (FIN/IPS/pc/ag/lb/97
