La batalla contra la malaria de los países melanesios del sur del océano Pacífico está avanzando, pero aún necesita apoyo financiero del exterior.
La malaria, transmitida por un mosquito, sigue afectando a la población de Vanuatu y las islas Salomón.
La oficina del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Fiji anunció el desembolso de 548.000 dólares para las islas Salomón en un período de dos años. Los fondos se usarán para financiar un programa comunitario de control de la enfermedad.
"La educación es la llave para el éxito de la campaña contra la malaria", afirmó George Taleo, supervisor nacional de la campaña contra la enfermedad en el departamento de salud de Vila.
Taleo recomienda medidas sencillas para vencer la malaria, como el uso en dormitorios de mosquiteros impregnados de insecticida. Si los 170.000 habitantes de Vanuatu siguieran su consejo, se haría mucho para vencer a la enfermedad, agregó.
"La importancia del uso de los mosquiteros no puede subestimarse", insistió.
Vanuatu, un archipiélago de 12.000 kilómetros cuadrados y 165.000 habitantes, situado al noreste de Australia, destina anualmente 100.000 dólares al control y la erradicación de la malaria de sus 68 islas habitadas.
La mayor parte del dinero procede del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del Club de Rotarios, de Australia y agencias de Japón.
Los casos de malaria en Vanuatu se redujeron de 190 por mil habitantes en 1992 a 32 por mil a fines de 1996.
La disminución se debió a la distribución de mosquiteros impregnados de insecticidas y al tratamiento llamado Administración Masiva de Fármacos, introducido a principio de los años 90 en la isla de Anietyum.
La Administración Masiva de Fármacos, que la OMS advierte que puede tener efectos negativos si se realiza sin control de las autoridades, debe mantenerse en cada paciente durante un periodo preestablecido, para eliminar el parásito causante de la enfermedad.
El tratamiento también se aplicó en diciembre en Honiara, capital de las islas Salomón, un archipiélago que presentaba 19.000 casos de malaria en 1996, sobre una población total de 366.000 personas.
S.T. Han, director de la OMS para el Pacífico occidental, justifica el recuso a la Administración Masiva de Fármacos cuando la canmtidad registrada de portadores del parásito supera determinada proporción, variable según las regiones.
El tratamiento no fue aplicado en Vanuatu más que en la isla de Anietyum "porque la OMS no lo recomienda y porque si no es controlado rigurosamente, los efectos secundarios podrían aumentar la resistencia al parásito", explicó Taleo.
En otras zonas, el esfuerzo se concentra en el uso de mosquiteros tratados con insecticidas y en el control biológico del mosquito mediante el peces que se alimentan de larvas.
Taleo agregó que la meta del gobierno es reducir la enfermedad a menos de 10 casos por mil habitantes y las muerte por malaria a cero para el año 2000.
La malaria es causa en Vanuatu de 15 por ciento del total de decesos de niños y niñas menores de cuatro años, y UNICEF patrocina un programa para reducir su incidencia en la población infantil.
El gobierno de Australia, mediante su agencia de ayuda AusAid, financió el último año en Vanuatu un proyecto para mejorar el control de la malaria, la fiebre del dengue y la filariasis. (FIN/IPS/tra-en/et/js/aq-ff/he/97