El primer ministro de India, Inder Kumar Gujral, nombró a cuatro ministras en su gabinete y propuso una reforma constitucional para asegurar a las mujeres una representación mínima de un tercio de los escaños legislativos.
Esta es la segunda vez que Gujral aumenta el número de integrantes de su gabinete desde que asumió la jefatura del gobierno hace seis semanas, y la primera en los 50 años de historia de India como país independiente que este tipo de medidas incluye solo a mujeres.
Gujral informó que su intención es aumentar la representación femenina en el gobierno, que sólo contaba con una ministra. El gabinete cuenta ahora con 44 integrantes.
Las cuatro flamantes ministras pertenecen a la coalición centroizquierdista Frente Unido (UF), al frente del gobierno hace un año. La alianza no cuenta con mayoría en el parlamento por sí sola, pero el opositor Partido del Congreso le permitió con sus votos constituir gobierno.
"Las mujeres ocupan un lugar elevado en nuestra propuesta", dijo Gujral.
El gobierno presentó al poder legislativo un proyecto de enmienda de la constitución para establecer que la tercera parte de los escaños del parlamento nacional y de los cuerpos legislativos locales sean ocupados por mujeres
Tres de las nuevas ministras, Jayanti Natarajan, Kamala Sinha y Renuka Chowdhury, son firmes impulsoras de la enmienda (distinguida con el número 81), que fue aplazada dos veces por el parlamento durante el último año.
La última instancia fue en mayo, mientras Gujral fue acallado por los gritos de legisladores de su propio partido cuando pretendía anunciar la decisión del gobierno de promover la reforma.
"Pelearemos por la enmienda", dijo Sinha a la prensa luego de asumir su cargo. "La batalla continúa", agregó Chowdhury.
Las mujeres representan apenas siete por ciento de la cámara baja del parlamento de 545 integrantes. El porcentaje nunca superó la marca del ocho por ciento.
La mayoría de los partidos coinciden en que debe establecerse una cantidad mínima de mujeres en los parlamentos.
Sin embargo, legisladores influyentes, principalmente de la alianza de gobierno, pretenden un cupo separado para las mujeres de las castas inferiores (sometidas a las superiores, según tradiciones milenarias en India) y las comunidades religiosas minoritarias, entre ellas la musulmana.
La inclusión de las ministras tuvo el objetivo de apaciguar a las legisladoras de la propia UF, que criticaron la marcha atrás del gobierno en su promesa para aumentar la representación femenina, y a los críticos de la enmienda dentro de Janata Dal, el partido del primer ministro.
Sharad Yadav, dirigente del Janata Dal que aspira a la jefatura del partido, criticó la enmienda pues, sostuvo, beneficiará solo a mujeres de la casta superior.
Pero "los políticos de las castas inferiores, que no brindaron a las mujeres la oportunidad de participar en política, temen que los beneficios de las cuotas sean aprovechados por las mujeres de castas superiores", replicó Madhu Kishwar, editora de la revista feminista Manushi, replicó.
Kishwar señaló que las mujeres de castas inferiores son las más marginadas y oprimidas de India. "Las castas campesinas, en especial en el norte de India, como la yadav y la gujjar, practican formas horrendas de discriminación contra las mujeres y llevan el aislamiento femenino al extremo", dijo.
El parlamento discutirá la enmienda constitucional propuesta en julio.
Una encuesta publicada por la revista India Today reveló que 75 por ciento de los hombres y 79 por ciento de las mujeres están de acuerdo con la activa participación de la mujer en política y con las cuotas femeninas en los cuerpos legislativos.
En India, las mujeres obtuvieron el derecho al voto y la participación política sin una lucha intensa, a diferencia de lo que sucedió en otras partes del mundo. Su marginación política ocurrió en los últimos años.
"La representación femenina en el último parlamento fue de 7,4 por ciento. El parlamento de 1977-1980 fue la que tuvo menor cantidad de mujeres, con apenas 3,4 por ciento", dijo Veena Nayar, de Women's Political Watch, organización no gubernamental que promueve la mayor participación de la mujer en política.
Las pocas mujeres que llegan al parlamento no siempre son políticas de carrera. La mayoría son esposas de políticos o fueron designadas por sus conexiones familiares, según las activistas.
Las mujeres representan 45 por ciento del ciudadanía habilitada para ejercer el voto, que totaliza casi 600 millones de personas, de acuerdo con la Comisión Electoral. Pero cuando se trata de compartir el poder, los partidos políticos se aferran a la política patriarcal. (FIN/IPS/tra-en/an/aq-mj/pr ip/97