Gobernantes y representantes de la sociedad civil de Guatemala destacaron la consolidación de los compromisos de cooperación de los países de Europa comunitaria con este país centroamericano logrados tras la visita del vicepresidente de la Comisión Europea, Manuel Marín.
Marín dejó Guatemala este fin de semana, tras dos días de contactos que incluyeron entrevistas con el Presidente, Alvaro Arzú, y el canciller Eduardo Stein.
El director de la Oficina de los Derechos Humanos del Arzobispado, Ronath Ochaeta, dijo a IPS que la cooperación que brindan los países europeos a Guatemala es de especial importancia porque servirá para reconstruir el tejido social del país, destruido por 36 años de enfrentamiento armado interno.
Según Ochaeta, la ayuda es "oportuna" porque contribuye además a la reconstrucción de la infraestructura, aunque advirtió que este proceso debe ser a largo plazo para consolidar los acuerdos de paz.
El gerente de la Presidencia, Mariano Rayo, destacó la importancia de la ayuda y explicó que de los 260 millones de dólares cedidos como donación por la Unión Europea (UE), 30 por ciento serán desembolsados este año y se incorporarán al presupuesto del Estado.
Explicó que este porcentaje se destinará principalmente a la Superintendencia de Administración Tributaria y a la Academia de Policía Nacional Civil.
La UE prometió un mes después de la firma, el pasado 29 de diciembre, de los acuerdos de paz que pusieron fin a la guerra interna, una activa colaboración para la consolidación del proceso de pacificación.
Los tratados se negociaron entre el gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) durante diez años. El conflicto armado dejó, según cifras de organizaciones humanitarias, 150.000 muertos, 45.000 desaparecidos e igual número de refugiados, 440 aldeas arrazadas y 50.000 viudas.
Además, según los mismos organismos, hay actualmente 1,5 millones de desplazados internos, a quienes se ha destinado, desde hace varios años, parte de la cooperación europea.
La mayor parte de los 260 millones de dólares de ayuda no reembolsable para la consolidación de los acuerdos de paz serán destinados mayoritariamente a proyectos de infraestructura, educación, salud y apoyo a la pequeña y mediana industria.
Según cifras de instituciones económicas, 80 por ciento de la población guatemalteca, la mayoría del área rural, se encuentra sumida en la pobreza, y de estos 60 por ciento ni siquiera tienen acceso a los servicios básicos.
Es por eso que gran parte de la colaboración de la UE está destinada a proyectos de inversión con la finalidad de llevar desarrollo a las comunidades rurales y erradicar la pobreza, una de las causas que están en el origen del conflicto armado, iniciado el 13 de noviembre de 1960.
Antes de la firma de la paz, Europa aportó a Guatemala 270 millones de dólares con los que actualmente se ejecutan más de 90 proyectos en diferentes departamentos del interior del país.
Los 15 Estados miembros de la UE se han convertido en los mayores cooperantes y donantes para Guatemala y su contribución de los últimos años supera los 500 millones de dólares.
A pesar de que la UE niega que la ayuda tenga algún tipo de condicionamiento, varios analistas coinciden en que la cooperación de la UE está supeditada a una mejora en la tasa de tributación, ya que Guatemala está considerado como un paraíso fiscal.
Guatemala es, después de Haití, el segundo país de América Latina en materia de evasión impositiva.
La recaudación tributaria apenas llega a seis por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), pero el gobierno se comprometió en los acuerdos de paz a elevar esa carga a 12 por ciento en el 2000.
Es por eso que se contempla en la declaración conjunta que fue firmada por Marín y el canciller Stein, el fortalecimiento del sistema tributario, para que el gobierno aumente sus ingresos, que serán la clave en los próximos años del desarrollo social y económico del país.
Otra de los reclamos de la UE es que parte de la ayuda se destine al fortalecimiento de la justicia y el Ministerio Público, cuestionados por amplios sectores de la sociedad por su incapacidad para impartir justicia.
La UE ha puesto especial énfasis en la desmovilización de todos los actores del conflicto armado interno, entre los que se encuentran ex guerrilleros y miembros de unidades militares, por lo que también se contempla ayuda para estos sectores.
Como parte de la ayuda para los ex combatientes figuran programas de capacitación en diferentes disciplinas para que puedan lograr su reinserción a la vida legal en condiciones dignas.
Además de fortalecer sus relaciones políticas, en los últimos años el intercambio comercial entre los países europeos y Guatemala también se han incrementado considerablemente, de acuerdo con cifras de la misma UE.
En 1992 este país centroamericano exportaba diferentes productos por unos 139 millones de dólares, pero esta cifra creció a 279 millones en 1995.
Entre los productos que exporta Guatemala a Europa se encuentran artesanías, muebles de madera, flores, plantas, raíces, frutas, miel de abeja y sobre todo productos del mar.
Estos productos, no tradicionales, ingresan al mercado europeo sin pagar aranceles mediante el denominado Sistema General de Preferencias (SGP), que tienen los países centroamericanos con vigencia hasta el 30 de junio de 1999. (FIN/IPS/jf/jc/ip-if-dv/97