Gracias a una débil ley antitabaco y a una agresiva campaña publicitaria que equipara el hábito de fumar a sofisticación, independencia y romance, las mujeres de Chile son las mayores fumadoras de América Latina.
Lo que los anuncios no cuentan a los televidentes, en gran parte jóvenes mujeres, es que la adicción al tabaco puede dificultar la concepción y la gestación.
Pese a las pruebas de que el tabaquismo altera las funciones reproductivas -un estudio estadounidense estima que las mujeres fumadoras tienen 72 por ciento de la fertilidad de las no fumadoras-, muchos médicos chilenos y defensores de la salud de la mujer evitan abordar el asunto.
Estadísticas de 1996 revelan que 27 por ciento de las mujeres chilenas mayores de 15 años fuman. La proporción asciende a 35 por ciento entre las mujeres de 20 a 30 años y a 40 por ciento entre las de 30 a 40.
Además de los varios tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares que el tabaquismo puede provocar en ambos sexos, en las mujeres puede causar varias dolencias específicas.
Estos males incluyen aumento del dolor menstrual, mayor riesgo de infecciones del tracto reproductivo y cáncer cervical, reducción de la fertilidad, mayor riesgo de abortos, menopausia temprana y, con ella, mayor susceptibilidad a la osteoporosis.
Sin embargo, muchos médicos no están informados o no manifiestan interés en el problema.
"Paso mucho tiempo hablando con ginecólogos, pero cuando planteo el tema del tabaquismo, ponen los ojos en blanco", expresó con frustración Cecilia Sepúlveda, médica directora de los programas contra el tabaco y el cáncer del Ministerio de Salud.
En realidad, los ginecólogos están visiblemente ausentes de "Chile: Tabaco o Muerte", la nueva campaña de médicos especialistas contra el tabaquismo fundada por Sepúlveda en 1996.
Existen pocas dudas de que los consumidores que carecen de información acerca del impacto del tabaquismo sobre la salud reproductiva femenina no pueden realizar opciones acertadas.
Pero la información por sí sola no resulta suficiente para ayudar a las jóvenes a reducir el consumo de cigarrillos, a dejar el hábito o a no adoptarlo nunca.
"A los 10 o 15 años, no te preocupas por tu fertilidad", manifestó Azun Candina, una joven de 26 años que fumó durante 10.
"Lo que es más, saber que el tabaquismo puede reducir las posibilidades de concebir puede sonar como una buena cosa. Después de todo, a esa edad todas las chicas tienen miedo a quedar embarazadas", agregó.
María Inés Salas, médica y activista contra el tabaquismo, también duda de la efectividad de los argumentos. "Para las jóvenes, el embarazo y los bebés saludables son un asunto muy lejano. No podría importarles menos", dijo.
La adicción al tabaco no enfrenta rechazo social alguno en Chile, donde incluso algunos restaurantes poseen sectores donde "los fumadores son bienvenidos".
Pero la sociedad espera que las mujeres pongan en primer lugar el bienestar de sus hijos -y no necesariamente el propio-, y muchos fumadores han captado el mensaje de que el hábito de fumar pone en peligro la salud de los niños.
Son numerosos los padres que dejan de fumar ante el nacimiento de un hijo, y también las madres que mandan a sus maridos a fumar afuera y declaran la habitación de sus hijos "zona libre de humo".
La inquietud de las madres es justificada por la investigación científica: en los hogares donde se fuman al menos 20 cigarrillos diarios, los niños tienen 55 por ciento más enfermedades respiratorias agudas y 85 por ciento más resfríos que en hogares donde no se fuma.
Sin embargo, cuando se trata de su propia salud, es más difícil motivar a las mujeres a abandonar el hábito, ya que fumar es para ellas una forma de relajarse, soportar el estrés o reclamar cierto espacio privado.
Por supuesto, más eficaz que vencer el hábito es nunca adoptarlo. Una ley chilena de 1996 ordena cierto tipo de educación contra el tabaquismo en las escuelas, y se están elaborando programas con perspectiva de género, según el gobierno.
"Es necesario brindar información, pero al mismo tiempo, es necesario aumentar la confianza de las jóvenes mujeres en su capacidad de enfrentar la vida sin un cigarrillo entre los dedos", destacó la especialista Salas. (FIN/PANOS/tra- en/ls/dds/ml/he-pr/97)
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