El gobierno de Alemania se propone convertir la Agencia para la Cooperación Técnica (GTZ) en un poderoso instrumento de su estrategia mundial de apoyo al desarrollo sustentable y los objetivos de seguridad humana.
La GTZ fue creada en 1975 como agencia autónoma para realizar proyectos de asistencia técnica en el marco de la cooperación económica de Alemania con los países en desarrollo de Africa, Asia, el Caribe y América Latina.
Desde 1991, tras el fin de la guerra fría y la reunificación alemana, la agencia amplió sus actividades a Europa central y oriental y a las ex repúblicas soviéticas.
"En el próximo siglo, la política de desarrollo no se limitará a la transferencia financiera", sostuvo Wighard Haerdtl, del Ministerio de Cooperación Económica y Desarrollo.
Las naciones ricas y pobres tendrán que llegar a acuerdos para compartir costos, con el fin de responder al desafío que implica la economía mundial, dijo Haerdtl.
El rápido entrelazamiento de las relaciones económicas y financieras entre países del Sur y del Norte crea una nueva dinámica del desarrollo, al margen de intereses y políticas nacionales.
La única forma de ejercer influencia sobre la economía mundial es la coordinación de acciones nacionales e internacionales y la concertación de acuerdos para encarar el futuro con metas globales.
La GTZ, radicada en ubicada en Escorn, cerca de Frankfurt, ayuda a los países del Sur y de la antigua área de influencia soviética en Europa a enfrentar las dificultades de la globalización, dijo Haerdtl, que integra el consejo de administración de la agencia.
En 1996, la GTZ operó en 135 países y colaboró con 2.751 proyectos, y su ayuda fue cercana a 1.000 millones de dólares.
Africa recibió 36,3 por ciento de la asistencia total, Asia 23,5 por ciento y América Latina 12,4 por ciento. Los países de Europa oriental y Asia central absorbieron 12,7 por ciento, y 15,1 por ciento se destinó a proyectos regionales e interregionales.
La agencia recibió 1.247 millones de dólares el año pasado para la financiación de proyectos, informó Gerold Dieke, uno de los tres directores de la GTZ.
La GTZ apoyó la assistencia técnica del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados a la reubicación de refugiados y la reconstrucción económica de la ex Yugoslavia.
La Unión Europea aportó cerca de 30 por ciento de los fondos que la GTZ recibió de terceros, una categoría que también comprende a ministerios alemanes. La contribución de terceros sumó casi siete por ciento de los recursos con los que contó GTZ el año pasado.
En Africa, la GTZ se concentró en el alivio de la pobreza, que fue agravada por las guerras civiles. Los conflictos también obligaron a cientos de miles de personas a abandonar su lugar de radicación.
En Asia, la acción de la GTZ se orientó a fortalecer los grupos de autoayuda y a brindar servicios de consultoría, de acuerdo con el informe de la propia agencia, al que tuvo acceso IPS.
El informe destaca un proyecto forestal en Filipinas, supervisado por un equipo de cinco miembros de la GTZ dirigido por el experto nepalés Navin K. Rai.
Rai estuvo hasta 1994 a cargo del Proyecto de Desarrollo Forestal de Churia, en Nepal.
La agencia también asesora a las pequeñas y medianas empresas de Tailandia y fomenta el manejo forestal con orientación social y ecológica en Indonesia.
En América Latina, la GTZ brinda su apoyo en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Perú.
El informe señala el proyecto de creación de centros de salud en la Amazonia brasileña para beneficio de 10.000 indígenas yanomamis. La iniciativa se realiza con la colaboración de la organización no gubernamental Comissao para Criaçao do Parque Yanomami.
En las repúblicas ex soviéticas y los estados del centro y este de Europa,
Así mismo, la GTZ interviene en programas de capacitación para administradores en Polonia y empresarios de repúblicas ex soviéticas de Asia central, y se desempeña como consultora del Ministerio de Finanzas de Estonia.
Otro aspecto importante de la actividad de la GTZ, según el director Bernd Eisenblaetter, es su participación en la organización de la Expo 2000, que se celebrará en Hanover.
La presencia de la agencia asegura un lugar en la exposición internacional de Hanover a proyectos de desarrollo para el mundo del siglo XXI. (FIN/IPS/tra-en/raj/aq-ff/dv/97
