BOSNIA-HERZEGOVINA: Musulmanes abandonan acuerdo de Dayton

Las tres partes firmantes del acuerdo de paz de Dayton, los serbios y croatas y musulmanes federados de Bosnia-Herzegovina, abandonaron su lucha por el cumplimiento del pacto, el cual detuvo la guerra pero no puede iniciar la paz o salvar la nación.

Los últimos en rendirse fueron los musulmanes bosnios en Sarajevo, donde el gobernante Partido por la Acción Democrática (SDA) decidió finalmente buscar su propia solución de sustitución del Acuerdo de Paz de Dayton, de 1995.

La esencia de la nueva política de las autoridades de Sarajevo es crear un Estado nacional liderado por musulmanes (Bosniak). Las cuestiones clave son qué territorios comprenderá este Estado y qué harán las otras dos partes ante el intento de asegurar territorios en los cuales ellos mismos han puesto el ojo.

Su solución óptima es al menos duplicar los territorios ahora controlados por las fuerzas lideradas por Sarajevo, extraoficialmente no más de 27 por ciento del país, a 60 por ciento de Bosnia. Primariamente tienen en cuenta los territorios de Bihac, Mostar y Neum.

Bihac es el menos diplomático, debido a la presencia del mayor cuerpo militar del ejército bosnio, y la unanimidad política de la población local.

Después de un intercambio de territorio con serbios y croatas, Bihac tendría una fuerte conexión territorial con Sarajevo a través de Mrkonjic Grad, Jajce, Skender Vakuf e incluso Banja Luka.

La más problemática es la ciudad de Mostar, dividida entre musulmanes y croatas, y el sitio en que las esperanzas de un lazo federal sostenido entre ellos se agotaron en recriminiaciones y violencia posteriores a la guerra.

Neum, la pequeña parte de Bosnia internacionalmente reconocida con acceso al mar, está en firmes manos croatas, y es simplemente irreal esperar que Croacia la entregue.

Los serbios estarían en una posición menos cómoda para entregar pequeñas porciones de una Bosnia post-Dayton en fragmentación. Podrían pagar un precio mucho más alto que Croacia por anexar partes de Bosnia-Herzegovina, debido al agotamiento económico y militar y al aislamiento internacional de los regímenes en Pale y Belgrado.

Podrían perder los territorios de Krajina y el estratégico corredor de Posavina que retuvieron con el acuerdo de Dayton, exceptuando Brcko.

En este punto, sería posible un compromiso internacional para asegurar libre acceso al puerto por Bosniak y el lado croata. Gorazde sería la única ganancia para los serbios, otorgándole a Serbia los compactos territorios del este de Herzegovina, el este de Bosnia, Semberija y Posavina.

Los croatas adquirirían una amplia faja hasta Dalmacia y Kninska Krajina, pero el destino de Mostar decidirá si las victorias de guerra croatas serán coronadas con un triunfo real en la mesa de negociaciones.

Franjo Tudjman, presidente de Croacia, está listo para ofrecer Banja Luka por la parte de Mostar que ahora no controla. Tampoco controla Banja Luka, pero podría alegar que tiene superioridad militar y amenazar con capturar la región entera.

La atracción de la división para quienes respaldan el Bosniak es que duplicaría el territorio que ahora controlan, en caso de que las otras dos partes estuvieran dispuestas a entregarles tanto.

La única pérdida sería Gorazde, que podría compensarse en Krajina. Una vez más, Mostar es la clave.

Si la frontera norte es en Jablanica, existe la posibilidad de negociar la frontera norte con Croacia sobre el río Sava. Por lo tanto Mostar y posiblemente Neum se intercambiarían por Bosanski Brod, Modrica, Odsak y Bosanski Samac.

Tiempo atrás este era un tema tabú. Ahora, por primera vez, los medios oficiales discuten abiertamente la división de Bosnia- Herzegovina.

El presidente bosnio Alija Izetbegovic formó un "consejo político propio", compuesto por el primer ministro Alis Silajdzic, el vicepresidente de la federación, Ejup Ganic, el primer ministro de la federación, Edhem Bicakcic, el líder del SDA Halid Genjac y su miembro Dzemil Sabrihafizovic.

Además, integran el consejo el líder de la Comunidad Islámica Hilmo Neimarlija, el alcalde de Mostar Safet Orucevic, el embajador en Croacia Kasim Trnka, el abogado Kasim Begic y el poeta Dzemaludin Latic.

El consejo, como cuerpo paraconstitucional, asume funciones gubernamentales y parlamentarias. Ninguno de sus miembros pertenece a la oposición o la intelectualidad independiente. El único criterio es la lealtad ciega a Izetbegovic y su partido., el SDA.

Pero el nudo está claro. Nada de lo que planifican parece ser posible sin más limpieza étnica y guerra.

Un consenso tripartito sobre la división se pelearía con obstáculos. El proceso de limpieza étnica, el desplazamiento de minorías étnicas de territorios disputados antes de su anexión, tendría que continuar, esta vez mediante la negociación.

Pero, según sugiere un pacto enre la Unión Democrática de Croacia en Bosnia central y la Unión de Desplazados Croatas, la reubicación pacífica de las comunidades es posible, incluso desde áreas donde la presión es mayor sobre los residentes para que permanezcan en sus hogares y "mantengan" áreas de Bosnia ganadas mediante la guerra y la limpieza étnica.

Ambos grupos trabajaron juntos para trasladar 850 croatas de la frontera de Croacia hacia Knin, 256 a Capljina y 542 a Drvar, todos desde la pequeña ciudad de Kiseljak en Bosnia central, la cual tiene una mayoría de bosnios croatas.

Si Kiselkak, uno de los bastiones de Tudjman en Bosnia, puede "filtrar" croatas de tal forma, entonces al menos se encontró la receta básica para los movimientos de población en Banja Luka, Gorazde y Mostar.

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(*) Senad Pecanin es jefe de redacción de la revista Dai. Este artículo llega a IPS a t ravés del Institute for War & Peace Reporting, editores de la revista WarReport. (FIN/IPS/tra-en/wr/rj/lp/ip/97

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