La estabilidad económica que tiende a percibirse en América Latina fue en mayo un gran aliciente para un alza general de las siete mayores bolsas de la región, que consolida el comportamiento positivo de lo que va de año.
La mayor euforia sucedió en Perú, donde el monto transado subió 21,02 por ciento, mientras el incremento negociado en los cinco primeros meses del año fue de 49 por ciento respecto al mismo período de 1996, señala un análisis suministrado a IPS en Caracas.
Juan Andrés Rodríguez, director de Softline Consultores, que tiene un sistema de análisis electrónico de los llamados siete corros emergentes latinoamericanos, explicó que fue el renovado atractivo de las empresas mineras el que arrastró a un alza general de los otros valores del índice marcador limeño.
Puntualizó que en Lima, la quinta rueda regional por sus dimensiones, los papeles mineros son los más representativos de su índice. En total, en mayo se negociaron allí 348 millones de dólares.
El segundo gran impulso lo tuvo el mayor mercado bursátil regional, el de la bolsa brasileña de Sao Paulo, donde se negociaron 11.627 millones de dólares, lo que representa un aumento de 13,64 por ciento respecto al mes previo y consolida un crecimiento en 1997 de 61,14 por ciento.
El total negociado en las siete mayores bolsas emergentes latinoamericanas fue de 16.161 millones de dólares, el mayor volumen del año, después que en abril fue de 14.946 millones.
Rodríguez dijo que el alza en las bolsas de Brasil, México, Chile, Argentina, Perú, Venezuela y Colombia -por su orden de importancia- se origina en lo que los técnicos definen como "condiciones no perjudiciales y expectativas neutrales", vale decir un marco estable y promisor en las economías.
El director de Softline precisó que la buena situación interna tiene un factor común, como es el éxito en el esfuerzo sostenido de los gobiernos por mantener baja la inflación, que en mayo tuvo su punto negro, una vez más, en Venezuela, donde los precios ascendieron 3,1 por ciento.
También ayuda la estabilidad del marco externo, especialmente el de la bolsa de Nueva York, donde mercados como el brasileño y el argentino tienen altas cotizaciones de sus mejores papeles locales, por lo que la marcha del índice Dow Jones tiene algo de "efecto espejo" sobre los mercados regionales.
México, el segundo mercado bursátil latinoamericano, registró transacciones por 2.765 millones de dólares en mayo, con lo que obtuvo un aumento de 4,78 por ciento y un acumulado anual de 17,11 por ciento.
Pero en base a los datos manejados, Rodríguez analizó que el mercado regional que se siente más tensado por una situación económica general que mantiene sintomas de precariedad es justamente el mexicano.
En Chile se negoció un volumen de 645 millones de dólares, 5,97 por ciento más que en abril y un acumulado en 1997 de 15,23 por ciento.
El Argentina, el índice marcador transó 473 millones de dólares, con un incremento mensual de 7,68 y acumulado de 19,82 por ciento.
La sexta bolsa regional, la de Caracas, movió 222 millones de dólares, para un incremento respecto a abril de 9,02 por ciento y un acumulado de tan solo 2,47.
En la séptima, la de Bogotá, se transaron 81 millones de dólares, lo que representó un aumento intermensual de 5,69 por ciento y acumulado en 1997 de 43,7 por ciento.
Rodríguez asignó el bajo crecimiento del período enero-mayo en la bolsa de Caracas a los efectos de los pases de mano de varias de las empresas del índice marcador local, más que a la desconfianza de los inversionistas en un país que da un paso para adelante y otro para atrás en materia de reglas y de economía.
Puntualizó que no es sólo en Venezuela sino en varios corros regionales donde los índices marcadores de los papeles más representativos están desactualizados o viciados por novedades en las compañías incluidas.
Rodríguez puso como ejemplo el caso del mayor banco venezolano, el Provincial, que mediante un paquete de negociaciones pasó en marzo a estar casí totalmente en manos de la entidad española Bilbao-Vizcaya.
El nuevo comprador va a retener en sus manos por un lapso no corto todas sus acciones, con lo que ese papel se mantiene en el índice marcador pero dejó de moverse, distorsionando parcialmente lo que sucede en el corro.
Los procesos de privatización han generado también una concentración en una sola mano de compañías que antes tenían en variados casos una presencia muy activa en las bolsas, pero siguen siendo marcadoras del comportamiento de su mercado.
David Moreira, consultor del gobierno brasileño para temas de privatización, indicó en Caracas a IPS que para 1998 su país pretende vender la empresa de telecomunicaciones Telebras, que en mayo movió en la bolsa de Sao Paulo 6.518 millones de dólares.
Moreira indicó que se espera sacar por esa operación unos 30.000 millones de dólares, pero el grupo que la adquiera cerrará seguramente total o casi totalmente el movimiento de sus acciones, con un impacto determinante en el índice marcador brasileño si éste no es modificado.
La actualización de los índices de las acciones marcadoras en cada mercado es, según Rodríguez, un tema que más temprano que tarde van a tener que afrontar las bolsas del mercado emergente más actractivo a nivel mundial.
Las empresas que mayor volumen movieron en sus respectivos corros durante mayo son todas del área de energía o telecomunicaciones, con la excepción también tradicional de Argentina y Colombia, según el informe de Softline.
Tras Telebras en Brasil, de Télefonos de México se negociaron 399 millones de dólares, de la compañía energética chilena Endesa 168 millones, seguidas por la Electricidad de Caracas (89 millones), Teléfonos de Perú (49), la siderurgia argentina Acindar (34) y el Banco de Bogota (13). (FIN/IPS/eg/dg/if/97