Estados Unidos y Gran Bretaña no tienen motivos para mantener sus sanciones contra Libia, que cumplió las condiciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU, declararon hoy jefes de Estado y de gobierno de Africa.
Al final de tres días de deliberaciones en la 33 cumbre de la Organización de Unidad Africana (OUA), los líderes lamentaron la continuación de las sanciones de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) contra Libia y expresaron su "profunda preocupación por la deprivación humana y material del pueblo libio".
"Deseamos destacar que estas detestables sanciones no sólo afectan al pueblo de Libia, sino también a los países vecinos y a trabajadores de otros países del continente", manifestaron los líderes en una declaración publicada al finalizar la conferencia.
Así mismo, reiteraron que el mantenimiento de las sanciones (impuestas tras la negativa de Libia a entregar a Gran Bretaña dos hombres acusados de hacer estallar un avión estadounidense sobre Escocia, en 1988) podría forzar a los países africanos a crear otras formas de aliviarle el sufrimiento a ese país.
"No existe ninguna base real para la continuación de las sanciones, dada la disposición de Libia a juzgar a los sospechosos en lugares diferentes a aquellos en los que insisten Estados Unidos y Gran Bretaña", declaró Robert Mugabe, presidente de Zimbabwe y de la OUA.
La cumbre no sólo abordó temas políticos, sino también económicos. Según el secretario general de la OUA, Salim Ahmed Salim, la conferencia trató "asuntos cotidianos, de cooperación económica, integración y problemas reales de inestabilidad e inseguridad en el continente".
El golpe de Estado del 25 de mayo en Sierra Leona fue el asunto que concitó mayor interés, según Salim. "Solicitamos a los países de la región occidental que hagan lo posible para restaurar la legalidad constitucional en ese país", dijo.
También se habló sobre los últimos acontecimientos de la República Democrática de Congo (RDC), ex Zaire, donde el antiguo líder rebelde Laurent Kabila asumió la presidencia hace dos semanas tras derrocar al dictador Mobutu Sese Seko.
"Aprobamos la determinación de la RDC de promover la estabilidad y consolidar la paz, así como de crear un ambiente político que garantice la democracia y el respeto por los derechos humanos", dice la declaración.
Kabila fue acusado por algunos gobiernos occidentales de masacrar a refugiados hutus ruandeses en su país, pero la OUA alabó su "cooperación con las organizaciones humanitarias para permitirles ayudar a los refugiados y facilitar su repatriación voluntaria".
En cuanto a la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, los líderes declararon que el número de miembros de ese cuerpo debería ampliarse de 15 a 26 en beneficio de los países en desarrollo en general y de los africanos en particular.
"Africa debería obtener al menos dos asientos permanentes, que serían asignados por un sistema de rotación similar al que rige en la OUA…, y cinco asientos no permanentes", sugirieron los líderes africanos.
"Nos gustaría que se eliminara el poder de veto, pero reconocemos que hay cosas que son inalcanzables. Por lo menos, el alcance de la aplicación del veto debería limitarse", expresó Mugabe.
La OUA también pidió al director general de la Organización de Desarrollo Industrial de las Naciones Unidas que, en cooperación con la Comisión Económica de las Naciones Unidas sobre Africa y la propia OUA, organice un encuentro de donantes, encabezados por el Banco de Desarrollo de Africa, para estudiar el financiamiento de la industrialización de Africa. (FIN/IPS/tra-en/lm/kb/ml/ip-dv/97