ZAIRE: Mobutu se va de la capital y rebeldes avanzan

El presidente de Zaire, Mobutu Sese Seko, abandonó hoy Kinshasa en medio de especulaciones sobre un exilio, mientras los rebeldes que dominan casi todo el territorio nacional avanzan sobre la capital.

Según una declaración oficial de Kinshasa, Mobutu se fue a su ciudad natal de Gbadolite, en el norte del país, y no participará más en el gobierno aunque retendrá el título de presidente, pero otros informes señalan que huyó hacia Marruecos o Francia.

Más temprano, este viernes, fuentes del Ministerio de Defensa citaron declaraciones del jefe del ejército, según las cuales éste no está preparado para pelear "por un hombre", en aparente referencia a Mobutu.

Los observadores interpretaron la declaración como una señal de que Kinshasa no se opondrá a la rebelde Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire, que ya se encontraría cerca del principal aeropuerto del país, situado a 25 kilómetros de la capital.

Los últimos hechos se produjeron dos días después de que el líder rebelde Laurent Kabila decidió no concurrir a una reunión con Mobutu, prevista a bordo de un buque sudafricano anclado cerca del puerto congoleño de Pointe Noire.

Mobutu compareció al encuentro, con la mediación del presidente sudafricano Nelson Mandela, pero Kabila exigió, por razones de seguridad, que la reunión se realizara en aguas internacionales, lo cual fue rechazado por Sudáfrica.

Mandela elaboró esta semana una propuesta de 10 puntos para que Mobutu entregue el poder pacíficamente a una autoridad transitoria, y Kabila acordó darle plazo hasta el lunes para considerarla.

El presidente sudafricano había logrado reunir a ambos líderes el 4 de mayo, pero el único resultado concreto del encuentro fue un acuerdo para reunirse nuevamente.

El fracaso de la reunión del miércoles planteó dudas sobre la mediación de Mandela en Sudáfrica, donde los observadores se preguntaron si vale la pena invertir dinero (en cantidad no revelada) en tantos viajes diplomáticos entre Pretoria y Pointe Noire.

"Lo dijimos antes y lo reiteramos ahora: Zaire no es problema nuestro", dice un comentario del periódico sudafricano Citizen, en su edición de este viernes.

"Ciertamente (Zaire) no merece la plena atención del presidente Mandela, quien debió superar muchos inconvenientes para viajar dos veces a Congo e intentar un acuerdo de paz", agrega.

Otros observadores señalan que no le corresponde únicamente a Sudáfrica resolver los problemas del continente.

"Existe un mecanismo de resolución de conflictos dentro de la Organización de Unidad Africana", indicó Boy Geldenhuys, portavoz para asuntos exteriores del opositor Partido Nacional de Sudáfrica.

"Quizá hubiéramos tenido más exito si se hubiera procurado la participación sobre una base más amplia, y no bilateralmente", añadió.

Sin embargo, Geldenhuys admitió que existe una urgente necesidad de llevar una solución pacífica a Zaire, un país centroafricano riquísimo en minerales, y que esa solución es de interés para Sudáfrica.

"Entiendo lo que el presidente intenta hacer. El es una figura muy respetada, pero llega un momento en que uno no puede basarse simplemente en su estatura política y esperar que ocurra un milagro", dijo Geldenhuys a IPS.

El "milagro" ya podría haberse producido con la repentina salida de Mobutu de Kinshasa. No obstante, aún es pronto para afirmar si el hecho se debió a las exhortaciones de Mandela o de Washington, que últimamente intentó persuadir al dictador zaireño de entregar el poder, o a la inexorabilidad de la victoria rebelde. (FIN/IPS/tra-en/gm/kb/ml/ip/97

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