VENEZUELA: Ex reina de belleza deshoja la margarita electoral

Mientras los partidos tradicionales de Venezuela se sumergen en la búsqueda de combinaciones para las elecciones de 1998, la ex reina de belleza Irene Sáez cruzó una frontera municipal que simboliza su aspiración a la presidencia.

Sáez, Miss Universo 1981, exitosa alcaldesa del adinerado municipio de Chacao, en el este de Caracas, acudió este domingo a una misa y una fiesta de cumpleaños que devino en mitin en Santa Rosalía, parroquia del "plebeyo" oeste de la capital.

El oeste de Caracas (dos de los tres millones de habitantes del casco urbano) lo gobierna como alcalde Antonio Ledezma, un precandidato del partido socialdemócrata Acción Democrática (AD), principal del país.

"Vine a recibir y oír a mucha gente que me quiere ver y conocer. Espontáneamente, mucha gente independiente, de partidos políticos me llega con planteamientos y peocupaciones que siento como los problemas fundamentales del país", declaró Sáez, literalemente apiñada entre centenares de seguidores.

Junto a ella, la dirigente vecinal Josefina Galarraga y el político capitalino Otto Paz, ambos del partido opositor socialcristiano Copei, gritaban "con Irene presidenta vamos a salir de abajo".

"Estoy impresionada el apoyo cada vez más grande y más sólido que estoy recibiendo", pero "necesito todavía más tiempo para asumir la candidatura. Tomaré una decisión en 1998", señaló.

Sin embargo, sus seguidores han recogido firmas para legalizar un movimiento electoral propio, con las siglas IRENE, que se presentará a los comicios generales previstos en Venezuela para diciembre de 1998.

Sáez aplica un método que dio exitosos resultados al nuevo primer ministro laborista británico Tony Blair: lanza frases que invitan al cambio radical pero envueltas en formulaciones genéricas, de modo que puede retroceder sobre ellas según la fuerza de la reacción que desaten.

"Hasta ahora la confianza de la mayoría le da la primera opción", dijo el analista político Aníbal Romero. "Tiene gran chance en la medida en que no cometa errores y pueda capear el temporal de guerra sucia que se le viene encima".

Venezuela "es visto como un país muy rico pero muy mal administrado. Yo ofrezco el ejemplo de una política transparente y honesta. La democracia no es partidocracia, y los partidos, con toda su experiencia, miren la 'torta' que han puesto", dijo Sáez a seguidores y periodistas.

Pueden ser otras frases para luego recoger velas, pues Sáez coquetea con Copei y con partidos aliados de éste en el parlamento, la obrerista Causa Radical (oposición) y el Movimiento al Socialismo (izquierda moderada, oficialista).

Los tres partidos de esa alianza parlamentaria están enzarzados en severas disensiones internas. Los radicales ya se dividieron y los socialistas están fracturados entre "históricos" que siguen viejos líderes, y "renovadores" jóvenes más pragmáticos y "centristas".

Copei, con muchos aspirantes y obsesionado con la idea de que lleva 15 años en la oposición, vive un debate entre quienes buscan una candidatura extrapartido -Sáez o el industrial Henrique Salas- y tres aspirantes que insisten en una propia.

Mientras estas fuerzas multiplicaban el fin de semana sus reuniones para salvar su alianza en medio de una discusión parlamentaria sobre reformas a la legislación social, Sáez dio otro golpe de mano al atravesar la frontera municipal de Caracas.

Consigo llevó el favor de las encuestas sobre intenciones de voto, y que la apremian por definiciones, pues ha descendido desde que en 1996 se sostuvo a gran distancia en primer lugar.

Esos sondeos mostraron un promedio de 40 por ciento de intenciones de voto por Sáez, seguida de "ninguno", y detrás, con menos de 12 puntos o cifras sin relieve, otros aspirantes.

Estos son el socialdemócrata Claudio Fermín -popular fuera de AD pero resistido por el aparato del partido-, Salas, el ex comandante golpista Hugo Chávez, Ledezma y varios aspirantes socialcristianos.

Nuevos sondeos mantienen a Sáez en primer lugar, pero ya con 30 por ciento o menos de intenciones de voto, mientras asoman nuevos nombres como Luis Giusti, presidente del gigante estatal Petróleos de Venezuela, PDVSA.

En su auxilio acudió un astrólogo popular en Venezuela, José Bernardo Gómez, quien dijo que veía muy buenas posibilidades para la alcaldesa. "Respeto muchísimo sus opiniones, pero todo lo dejo en manos de Dios", dijo Sáez, de 35 años.

Gómez fue preso de la policía venezolana en octubre de 1996, durante 36 horas, después que vaticinó el fin político del presidente Rafael Caldera (81 años) antes del 8 de junio de 1997, y este lunes reiteró que si ese pronóstico no se cumple renunciará al ejercicio público de la astrología. (FIN/IPS/jm/dg/ip/97

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