Unos 5.000 indígenas de las etnias chortis y lencas de Honduras abandonaron sus montañas para iniciar hoy en Tegucigalpa una marcha que apunta a esclarecer la muerte de dos de sus dirigentes.
Procedentes de los occidentales departamentos de Copan e Itibuca, los indígenas arribaron a la capital en varios camiones que se instalaron en los bajos del Congreso Nacional y la Casa Presidencial para exigir justicia por la muerte, en abril, de los dirigentes chortis Cándido Amor y Obidio Pérez.
Los indígenas anunciaron una huelga de hambre si ambos asesinatos no son aclarados y no se da solución a su demanda de acceso a la propiedad de tierras.
La marcha, conocida como "peregrinación de las etnias" e iniciada este domingo, tomó por sorpresa al gobierno.
Amador, secretario general del Consejo Hondureño de Desarrollo de las Etnias Autóctonas (Cahdea), fue asesinado el 12 de abril presuntamente por hombres a sueldo de terratenientes de Copan llegados de Guatenala. Su compañero Pérez fue acribillado una semana después, el 18 de abril
"Nadie ha logrado esclarecer los crímenes de nuestros hermanos, las autoridades son evasivas y no vamos a permitir la destrucción de nuestras etnias", dijo Alexis Trejo, uno de los coordinadores de la marcha.
La Fiscalía de las Etnias de Honduras denunció hace tres semanas que se prepara una escalada contra los pueblos autóctonos del país, a fin de evitar que se organicen y golpear fuertemente sus estructuras de base.
"Quieren destruir nuestras raíces y la muerte de Cándido Amador es el reflejo de esa escalada que viene contra nuestro pueblo", denunció Eduardo Villanueva, fiscal de las etnias.
Desde 1994, cuando iniciaron una peregrinación por la vida, la justicia y la paz, los indígenas han organizado cinco marchas en busca de solución a sus problemas.
Los chortis, una de las etnias más pobres y desprotegidas de Honduras, son descendientes directos de los mayas. Suman cerca de 2.000 y están amenazados por enfermedades comunes como diarrea, cólera, paludismo y malaria.
Al igual que las otras seis etnias existentes en el país, los chortis reclaman acceso a la tierra, salud, vivienda, infraestructura física e incluso telecomunicaciones para mejorar sus operaciones comerciales.
Los indígenas reconocen el esfuerzo realizado por el gobierno del presidente Carlos Reina para atender sus reivindicaciones pero lamentan la lentitud oficial en cuanto a titulación de tierras.
Agricultores, terratenientes y ganaderos están despojando a las comunidades originarias de sus territorios. (FIN/IPS/tm/dg/ip-pr-hd/97