La visita relámpago realizada a Guatemala por la secretaria de Estado Madeleine Albright demuestra el interés de Estados Unidos en la marcha del proceso de paz en este país centroamericano, comentó hoy el canciller Eduardo Stein.
Albright estuvo en Guatemala este domingo, un día después de haber concluido el proceso de desarme y desmovilización de la guerrilla.
La secretaria de Estado visitó a uno de los campamentos de la ex guerrilla en el norteño departamento de Quiché y se reunió con el presidente Alavaro Arzú y el canciller Stein, así como con el embajador Donald Planty y otros funcionarios de la embajada estadounidense.
"Nos llena de esperanzas ver las consecuencias humanas de la paz a medida que los ex combatientes se preparan para construir un futuro para sí mismos y su familia en el seno de la sociedad y no al margen de la misma", dijo al referirse a su visita a uno de los ocho campamentos utilizados para la desmovilización de los insurgentes.
Rodeada de altos funcionarios del Departamento de Estado, de agentes de seguridad y de indígenas de aldeas cercanas, Albright encontró en elcampamento a unos 30 ex guerrilleros.
La diplomática fue recibida por el comandante "Randal", quien estimó que "Estados Unidos terminó dándose cuenta de que la guerra no le sirve a nadie. Es importante que en Washington estén pensando diferente", dijo.
Ninguno de los líderes máximos de la ex guerrillera Unidad Revoluncionaria Nacional Guatemalteca se hizo presente.
Albright informó que comunicó a Arzú la decisión del presidente Bi1ll Clinton de promover un porgrama de ayuda a Guatemala de 260 millones de dólares, 160 millones más que los anunciados anteriormente.
Esos fondos servirán para "contribuir con la promesa de paz, y serán traducidos en escuelas, seguridad, salud, empleos y alimentos", afirmó Albright.
Fdeíul presideni. cipor el director de la Misisn de Naciones Unidas para Guatemala, el francis Jean Arnault, entre otros funcionarios.
Durante la reunión que sostuvo con Arzú, se analizó en "una conversación muy franca" la nueva ley de inmigración de Estados Unidos, que amenaza con la deportación de más de 100.000 guatemaltecos, afirmó.
Albright reiteró que no habrá deportaciones masivas, prometiendo "analizar cada caso", para "aplicar la ley de manera gradual y humana".
"Siendo una inmigrante, comprendo a aquellos que cruzan la frontera por motivos económicos o políticos", dijo la secretaria, que emigró desde Checoslovaquia.
Estados Unidos es "una de las naciones más abiertas que existe y tiene derecho a regular su tráfico migratorio", señaló.
Entre los documentos firmados el domingo entre ambos países, destaca uno para la devolución de vehículos robados, que deberá ser ratificado por ambos parlamentos.
Albright abandonó Guatemala en la madrugada de este lunes rumbo a México, donde se reunirá con el presidente Clinton, con quien viajará a Barbados y luego a Costa Rica para reunirse con los mandatarios de los países centroamericanos. (FIN/IPS/cz/dg/ip/97