El acuerdo de patentes y propiedad intelectual que Ecuador suscribió con Estados Unidos hace tres años, carece de consenso entre empresarios, autoridades e indígenas de este país andino.
El ministro de Comercio Benigno Sotomayor, dijo este miércoles que la ratificación del acuerdo bilateral poor el parlamento nacional se complica, pues "mientras algunos sectores productivos se beneficiarán otros resultarán perjudicados".
En abril, el gobierno estadounidense decidió incluir a Ecuador en su "lista prioritaria de advertencia", por el incumplimiento de los acuerdos sobre propiedad intelectual y patentes.
Quito manifestó la necesidad de ratificar el acuerdo lo más pronto posible, pues a partir de septiembre, de no existir progresos en el cumplimiento del convenio, se comenzarían a aplicar sanciones comerciales hacia el país, según anunciaron las autoridades comerciales de Estados Unidos.
Para Sotomayor, "no se trata de un asunto que se pueda resolver de la noche a la mañana", por lo que será conveniente exponer la situación a Washington y así contar con más tiempo para debatir sobre la ratificación.
Sin embargo, en la polémica que se ha iniciado sobre el convenio, empresarios y autoridades comerciales, así como políticos, expertos y comunidades indígenas ecuatorianos parecen no llegar a un acuerdo.
La posición más contraria a la ratificación del convenio la mantienen los siete pueblos indígenas que habitan el territorio amazónico de Ecuador, según los cuales el acuerdo bilateral facilitará el saqueo de sus recursos biogenéticos y culturales.
La Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), en su V Convención general que se llevó a cabo la semana pasada, denunció la presencia de laboratorios farmacéuticos "biopiratas" de Estados Unidos en su territorio.
La COICA agrupa a los ocho países que integran la cuenca amazónica (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana, Perú, Suriname y Venezuela.
En Estados Unidos "existen patentes registradas de ayahuasca (bebida ceremonial de los pueblos amazónicos), uña de gato y sangre de drago (plantas medicinales), que fueron extraídas sin el permiso de las comunidades", dijo a IPS Rodrigo de la Cruz, asesor técnico de la COICA.
Según de la Cruz, "para nosotros los acuerdos sobre patentes y propiedad intelectual, así sean bilaterales, tienen que ser discutidos a nivel regional", ya que, en este caso, "no sólo incumben a ciertos sectores comerciales sino a más de 400 culturas amazónicas".
Otros sectores disconformes con el convenio son el artesanal y el de la pequeña industria, "que durante muchos años han trabajado con marcas sin registro o con marcas patentadas en Estados Unidos", consideró Miguel Lluco, legislador de Pachakutik.
Cientos de fábricas de zapatos, pantalones de mezclilla e incluso restaurantes de comida rápida, que utilizan marcas de productos estadounidenses para ser vendidos localmente, tendrán que cambiar sus procedimientos o serán sancionados una vez que el convenio comience a regir.
César Rohón, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería, informó por su parte que de no ratificarse el tratado el sector pesquero será uno de los primeros en recibir las sanciones estadounidenses, pues "aplicarán castigos arancelarios al atún no enlatado y al pescado fresco ecuatoriano".
Según Rohón, casi la totalidad de las exportaciones de lomos de atún se dirigen al mercado de Estados Unidos, lo que "significaría un golpe fulminante para esta rama de la producción".
Washington es el principal socio comercial del Ecuador. "De ninguna manera nos conviene mantener una relación tensa con ese país", dijo el empresario Patricio Izurieta.
"Si existen desacuerdos debemos solucionarlos rápidamente para presentar modificaciones", destacó. (FIN/IPS/mg/dg/if/97