Africa está experimentando el surgimiento de las corporaciones transnacionales, destaca un informe lanzado hoy por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
El informe atribuye el ascenso de dichas corporaciones (CTN) a la creciente liberalización del comercio y la inversión, así como a la privatización de empresas públicas en toda Africa.
Entre las CTN africanas se cuentan la Corporación Industrial Anglo-Americana de Sudáfrica, la mayor de la región; Barlow Rand Ltd., un conglomerado sudafricano; Conserverie Cherifiennes, de Marruecos, y Consolidated Copper Mines Ltd., de Zambia.
El documento de 462 páginas, titulado "Directorio de la Inversión Mundial en Africa", sostiene que el surgimiento de las CTN africanas "demuestra que hay firmas en el continente que pueden ser competitivas internacionalmente, no sólo mediante el comercio, sino también mediante la producción en mercados extranjeros".
Sin embargo, estas nuevas CTN siguen siendo escasas en número y pequeñas en tamaño, según la UNCTAD. El informe, basado en el estudio de 53 países africanos, destaca que las corporaciones actúan principalmente en venta minorista, banca, cervecería, turismo y televisión satelital.
Los ejemplos citados en el informe incluyen inversiones de South African Breweries (Cervecerías Sudafricanas) en Botswana, Lesotho, Swazilandia, Tanzania y Zambia. El mayor minorista de Sudáfrica, Pepkor, también posee considerables inversiones en Zambia y Mozambique.
La inversión intrarregional también tiene lugar entre países del norte de Africa, estimulada y facilitada por varios acuerdos económicos, principalmente en el Magreb, que incluye a Argelia, Libia, Marruecos, Mauritania y Túnez.
El informe de la UNCTAD destaca que el flujo de inversión extranjera directa a Africa se dirige a áreas tales como finanzas, seguros y manufactura, dejando atrás la tradicional concentración de la región en materia prima.
Aunque aún es modesta en términos absolutos (4.500 millones de dólares en 1995), la inversión extranjera directa en Sudáfrica es responsable 4,8 por ciento de la formación del capital interno bruto y de 10 por ciento del producto interno bruto.
No obstante, la cantidad de inversión extranjera que recibe Africa sigue siendo baja en general.
Entre 1991 y 1995, el continente atrajo sólo cinco por ciento de la inversión extranjera directa que recibieron los países en desarrollo y dos por ciento de la mundial.
Las inversiones externas en Africa siguen concentradas en un puñado de países, según la UNCTAD.
Nigeria y Sudáfrica recibieron más de la mitad de la inversión en Africa durante la primera mitad de los años 90. Marruecos fue el tercer receptor, con un ingreso anual promedio de aproximadamente 500 millones.
Los 32 países menos industrializados de Africa, los más pobres entre los pobres del mundo, recibieron menos de la quinta parte del total de ingresos extranjeros en Africa durante los últimos 20 años. Dos terceras partes fueron a parar a la industria petrolera en Angola y a la naviera en Liberia.
El sudeste de Asia comienza a demostrar interés en el continente, especialmente en Sudáfrica. Petronas, la compañía petrolera estatal de Malasia, anunció en 1996 que invertiría 436 millones de dólares en la compra de parte de la refinería sudafricana Engen.
También en 1996, Telekom de Malasia formó un consorcio con SBC International de Estados Unidos para adquirir 30 por ciento de la privatizada Telekom de Sudáfrica a un costo aproximado de 1.300 millones de dólares.
En conjunto, la inversión directa de Malasia representó la mitad del ingreso externo de Sudáfrica en 1995, según el informe.
Asimismo, cada vez más países pactan tratados de inversión bilaterales, requisitos necesarios para la inversión extranjera directa. Hasta junio de 1996, los estados africanos habían suscrito unos 260 convenios. (FIN/IP/tra-en/td/yjc/ml-aq/if/97