Sudáfrica implementará un nuevo y revolucionario sistema de educación que pondrá énfasis en los resultados obtenidos en lugar del contenido, e intentará borrar las diferencias heredadas del apartheid.
Pero los críticos del gobierno del Congreso Nacional Africano se oponen a la adopción del programa "Curriculum 2005" antes de las elecciones generales de 1999. Argumentan que se necesita más planificación y participación.
La fecha para el comienzo de los cursos de capacitación del sistema para unos 353.000 maestros se cambió para marzo, con dos meses de retraso.
"Muchos de los objetivos no se lograrán, lo sabemos. Nos preocupan la mala planificación y falta de coordinación en las provincias, así como la escasez de recursos", explicó la experta en educación Emilia Potenza, encargada de un programa piloto de capacitación para maestros.
Potenza opinó que no será efectiva la estrategia actual de reunir a miles de maestros en una sala de conferencias para entrenarlos durante un fin de semana.
"Lo que se necesita es un programa global realizado en el contexto escolar, donde trabajan los maestros. Si podemos llegar a todos, será un milagro", dijo y agregó que se necesita más tiempo para que el nuevo plan funcione.
El sistema se aplicará en el primero y el séptimo curso de enseñanza a partir de enero. Dos cursos más se agregarán cada año, hasta el 2003.
La Universidad de Witwatersrand sostiene que la mayoría de los maestros no comprenden el concepto de educación basada en los resultados. Asimismo, sólo se les informó de los cambios que se realizarán, pero no se solicitó su participación.
El nuevo sistema es revolucionario porque sustituye los programas de enseñanza de la época del apartheid, que impartía una educación inferior a la población negra, que sólo era capacitada para trabajos serviles.
El proyecto, que toma de modelo programas de educación de Australia y Nueva Zelanda, es flexible y está dirigido a proporcionar a los alumnos el conocimiento, las técnicas y la orientación que necesitarán al dejar la escuela.
Es la primera vez que se implementa en Africa un sistema de enseñanza para estimular en los estudiantes el espíritu crítico, reflexivo y creativo. También por primera vez, la educación en Sudáfrica estará al alcance de todos, sin diferencias de raza, edad, género, color, capacidad o idioma.
Anteriormente, el conocimiento académico y la instrucción en oficios eran vistos dos ramas distintas de la enseñanza. El nuevo sistema las une.
Se cambiarán los términos utilizados: en lugar de alumnos, habrá "estudiantes", las materias son "unidades de aprendizaje" y los programas serán sustituidos por pautas nacionales.
Habrá ocho unidades de aprendizaje: comunicación y lenguaje, números y matemáticas, ciencias humanas y sociales, ciencias económicas y administrativas, artes y cultura, ciencias naturales, orientación para la vida y tecnología que reemplazarán materias como historia y geografía.
El viejo sistema estaba basado en el libro de texto, el cuaderno y el maestro, mientras el nuevo pone énfasis en el estudiante y su entorno. El maestro es sólo un vínculo.
El material de las nuevas unidades de aprendizaje todavía no está disponible, y los estudiantes tendrán que seguir utilizando transitoriamente los textos de la época del apartheid.
Los estudiantes no aprobarán ni reprobarán y ellos mismos decidirán el momento en que serán evaluados. Las pruebas colectivas sólo tendrán lugar en los años noveno y duodécimo, y los maestros evaluarán a los estudiantes continuamente durante el curso.
Pero el Currículum 2005 parece un sueño para muchas escuelas pobres.
"En mi escuela no tenemos electricidad ni modernos laboratorios científicos. Cuando hacemos un experimento, les pido a los niños que finjan que el agua hierve y que se imaginen los resultados", declaró Bongani Mabena, maestra de Soweto, un barrio de población negra de Johannesburgo.
Una investigación de la Universidad de Witwatersrand reveló grandes diferencias entre las escuelas que anteriormente eran sólo para blancos o para negros en la provincia de Gauteng. En las escuelas de Soweto faltan el agua, la electricidad, servicios higiénicos, teléfono, textos escolares y muebles.
"El nuevo sistema beneficiará a las zonas pobres y rurales donde no existen escuelas formales. La educación tendrá el mismo reconocimiento, ya se imparta en iglesias, fábricas o bajo los árboles", afirmó Mareka Monyokolo, del Centro para el Desarrollo de la Política Educativa.
Sin embargo, para los alumnos de la escuela primaria Belle, un edificio destartalado de Soweto, con ventanas rotas y sin electricidad, la posibilidad de ingresar en la red Internet, que es parte del nuevo plan de estudios, parece una fantasía. (FIN/IPS/tra-en/gm/kb/aq-ff/ed/97