Las importaciones masivas de carne bovina de la Unión Europea (UE) con grandes subsidios provocan graves perjuicios a los ganaderos de Sudáfrica, cuya producción resulta marginada y sus precios arrastrados a la baja.
Aunque algunos países de la UE condenan esa práctica, la cantidad de carne exportada por ese bloque a Sudáfrica aumentó de 2.370 toneladas en 1986 a 47.000 toneladas en 1996.
"La industria de la carne roja ha sostenido, una y otra vez, que las importaciones no son un problema, sino el subsidio, que persigue un doble propósito", según un estudio elaborado por los productores sudafricanos.
Por una parte, los beneficios europeos "neutralizan la estructura tarifaria a través de la cual los países manejan su volumen de importaciones", y, por otra, "dan al exportdor una ventaja comparativa sobre otros potenciales vendedores de carne a Sudáfrica", según los autores del estudio.
Los productores sudafricanos afirman que los países europeos promueven la producción a través de subsidios y luego establecen otros de incentivo a la exportación. Como resultado, la carne sin hueso de Europa occidental cuesta en las carnicerías de Sudáfrica la mitad que la carne con hueso nacional.
"Esto limita las oportunidades para la producción regional y nacional. Sudáfrica importa carne de Botswana y Namibia, pero los productores de la región que no gozan de incentivos para la exportación tienen muchas dificultades", dijo Hans van der Merwe, de la Unión Agrícola Sudafricana.
La carne importada representa 38 por ciento del mercado sudafricano. La UE domina 40 por ciento de esta cantidad, en detrimento de otros proveedores de Africa austral como Namibia, que cuenta con un acuerdo de unión aduanera con Sudáfrica.
Por paradoja, la UE financia varios programas de desarrollo de la industria frigorífica en Namibia, que depende de las compras sudafricanas. Según distintas estimaciones, el gobierno perdería 15 por ciento de sus ingresos presupuestales si pierde ese mercado.
El grueso de la carne europea procede de Irlanda, Alemania y Gran Bretaña, que aprovecharon la adhesión de Pretoria al levantamiento mundial de las restricciones a las importaciones de carne dispuesta en 1993.
En 1991, la carne vacuna importada de Europa era más cara que la nacional, pero hoy es 51 por ciento más barata. Si los países de la UE removieran sus subsidios, el precio de cada kilogramo de carne costaría 3,2 dólares, en lugar de 1,3 dólares, como ahora.
La UE clasifica a Sudáfrica como importador de carne neto. Los exportadores a países en esa categoría disponen de mayores facilidades de refinanciación. Los productores, además, disponen de un subsidio de 1,3 dólares por kilogramo elaborado, cerca de la mitad del precio de venta de la carne sudafricana.
Estas regulaciones se aplican al amparo de la Política Agrícola Común de la UE que, aunque tolerada por la Organización Mundial de Comercio (OMC), es criticada con frecuencia por su incompatibilidad con los lineamientos de ese foro y por su efecto negativo en los países en desarrollo.
Sudáfrica ha intentado la reclasificación del país en una categoría que no admita altas refinanciaciones de exportaciones. En ese sentido, argumenta que la total remoción de los subsidios a las exportaciones de la UE es necesaria para impedir que la carne europea socave la capacidad de productores nacionales.
Las importaciones de carne de la UE provocan una baja de los precios internos de cinco por ciento cada año, según Wilbie Venter, economía de la Junta de Carne de Sudáfrica, que reúne a los productores del país.
"Los márgenes de beneficio del ganado son muy bajos. Estas pérdidas implican la totalidad del lucro de algunos productores", agregó Venter.
Esto también significa que los productores no pueden beneficiarse de precios más altos y deben producir para vender al menor precio posible.
En 1995, el valor total de las importaciones de carne roja europea fue de 40 millones de dólares, cifra equivalente al tercio de los fondos de asistencia al desarrollo que aporta la UE al país africano cada año.
La agricultura, con un fuerte sector ganadero, es en Sudáfrica el segundo sector primario luego de la minería.
"No contamos con acceso privilegiado al mercado de la UE y parece que ellos no están interesados en hablar de eso", dijo Van der Merwe.
Sudáfrica negocia un acuerdo de libre comercio con la UE, su principal socio comercial. Las tratativas comenzaron al principio de la transición al régimen democrático que sucedió al apartheid (régimen de segregación racial institucionalizada) en 1994, pero transcurren a un ritmo muy lento. (FIN/IPS/tra-en/gm/kb/mj/if/97