Las contrataciones temporales se imponen cada vez más en el campo de las migraciones internacionales, en una tendencia que ha creado una categoría de trabajadores que se ubica como la más vulnerable entre los asalariados.
Las probabilidades de trato injusto aumentan cuando se admite temporalmente a no nacionales para un empleo de duración limitada.
Los migrantes temporales pueden tener que alojarse en viviendas deficientes, con alquileres desorbitados, y someterse a empleadores sin escrúpulos.
Al mismo tiempo ha crecido la importancia de las agencias privadas de colocación y numerosos migrantes temporeros resultan víctimas de abusos, que incluyen fraudes, pago de honorarios exhorbitantes, promesas de empleo falsas y condiciones de trabajo peligrosas.
El fenómeno adquirió dimensiones tales que impulsaron a la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) a convocar a una reunión tripartita (gobierno, patrones y obreros) de expertos para analizar la protección de esos trabajadores.
La OIT estimó que a medias del presente decenio había en el mundo entre 36 y 42 millones de emigrantes, con una cifra algo mayor de personas a cargo, lo que arrojaba un total de entre 80 y 97 millones de migrantes.
Las cifras de la OIT, que excluyen a refugiados y a solicitantes de asilo, indican que Europa ocupa al mayor número, entre 11 y 13 millones. Pero de ese número, a Europa occidental sólo le corresponden nueve millones.
Sigue América del Norte, con ocho millones, Africa, entre seis y siete millones, Asia occidental (Estados árabes), seis millones, América Central y del Sur, entre tres y cinco millones, y Asia meridional, sudoriental y oriental, entre dos y tres millones.
El informe preparado por la OIT para la reunión, que se realizará entre los días 21 y 25, consigna que la importancia creciente de la migración temporaria se evidencia en los países de tradición inmigratoria como Australia, Canadá y Estados Unidos.
También corroboran el fenómeno otros países transformados en receptores de inmigración, como Corea del Sur, República Checa y México, que tienden a admitir a los trabajadores extranjeros temporalmente y no para establecerse de modo permanente.
La orientación tradicional en Estados Unidos, por ejemplo, guarda relación estrecha con la admisión de no inmigrantes con fines de actividad económica.
En contraposición, disminuye el número de visados laborales de inmigración concedidos conforme al sistema de inmigración permanente estadounidense.
En Canadá, el número de visados temporales de trabajo se cuadruplicó entre 1981 y 1990.
Los nuevos países de inmigración, los del Pacífico, prefieren los regímenes de residencial temporal para los migrantes. Japón implantó a principios de los 60 un sistema de aceptación temporal de extranjeros muy calificados y de preferencia con origen japonés.
En Corea del Sur se establecieron sistemas parecidos de formación y empleo en beneficio de sus pequeñas y medianas empresas. La población trabajadora extranjera pasó de 44.000 en 1992 a 136.000 a principios de 1996.
La República Checa había otorgado 14.500 permisos de trabajo a extranjeros en 1991. Cinco años más tarde aumentaron a 67.300, sin contar a 67.000 eslovacos.
Un país de ingresos medios como México admite cada año a más de 70.000 temporeros centroamericanos que trabajan en la agricultura.
Respecto a las agencias de contratación privadas, su número crece en los países asiáticos y árabes, en las economías en transición de Europa central y oriental y en otras partes del mundo.
Un 80 por ciento del flujo de emigrantes asiáticos hacia los países árabes, uno de los más importantes del mundo, se encuentra bajo control de las agencias.
En Indonesia, Filipinas y Tailandia, las agencias privadas dominan la organización de las migraciones de trabajadores y "colocan entre 60 y 80 por ciento de los emigrantes", dijo el estudio de la OIT.
Los obreros no calificados y otros trabajadores sin competencia técnica reesultan las víctimas principales de las prácticas abusivas de las agencias de colocación privadas, afirmó.
La reunión de expertos debatirá las propuestas que la OIT transmitirá a los gobiernos para que mejoren la protección de los trabajadores migrantes ocupados en empleos temporarios y de los reclutados a través de las agencias privadas. (FIN/IPS/pc/ag/lb/97