El secretario general de la ONU, Kofi Annan, resumió un extendido sentimiento entre gobiernos, políticos y medios de prensa de todo el mundo al expresar alivio por el fin de la crisis de los rehenes en Perú.
"El secretario general se sintió aliviado ayer al saber que la crisis de los rehenes en Lima llegó a su fin con el rescate de todos los secuestrados menos uno", declaró en nombre de Annan el portavoz de la ONU (Organización de Naciones Unidas), Fred Eckhard.
El conductor del foro mundial "aprueba los denodados esfuerzos realizados por el gobierno de Perú en los últimos meses para encontrar una solución negociada", agregó Eckhard.
Sin embargo, Annan "lamenta que dichos esfuerzos no hayan tenido éxito y que finalmente haya sido necesario el uso de la fuerza para poner fin a este deplorable acto de terrorismo, así como la resultante pérdida de vidas inocentes".
Mientras tanto, la Cancillería de México expresó su "beneplácito y solidaridad" a los gobiernos de Japón y Perú por el fin de la crisis y reiteró su "enérgica condena a todos los actos de terrorismo".
El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, quien se encuentra en Ottawa, envió a su par de Perú, Alberto Fujimori, un telegrama de "solidaridad" por el éxito de la operación rescate, trascendió en medios oficiales.
El gobierno de Chile emitió un comunicado en el que calificó la operación militar de "noticia alentadora para todo el mundo", mientras la Cancillería de Argentina manifestó su "satisfacción y alegría" por el éxito de la misión.
El vicecanciller de Ecuador, Diego Ribadeneira, manifestó el miércoles la "alegría" de su gobierno ante el resultado de la operación de rescate, especialmente por la liberación del canciller de Perú, Francisco Tudela, "un hombre valioso" tanto para su país como para Ecuador.
Ecuador y Perú tienen un conflicto fronterizo pendiente que generó a comienzos de 1995 la última de varias guerra, ésta no declarada, y cuya resolución está en negociación.
El portavoz de la presidencia de Estados Unidos, Mike McCurry, declaró este miércoles que Fujimori actuó a favor "de su gobierno y de su pueblo".
"No cuestionamos a los gobiernos que deben actuar en circunstancias como éstas. Ellos tienen mejor información que nosotros" para decidir al respecto, agregó McCurry.
El portavoz del Departamento de Estado (cancillería) de Estdos Unidos, Nicholas Burns, sostuvo en una declaración oficial que "este lamentable incidente deja claro, una vez más, el terrible costo del terrorismo".
Burns y el secretario de Defensa de Estados Unidos, William Cohen, afirmaron que Washington contaba con "algunos indicios" de que el gobierno de Fujimori intentaría recuperar la sede diplomática.
Sin embargo, Cohen agregó, en declaraciones a la cadena de televisión CNN, que se trató de una operación decidida y desarrollada "exclusiva y enteramente" por Perú y que "Estados Unidos no tuvo prácticamente ningún papel".
Washington recomendó a Lima en reiteradas oportunidades que no debía ceder a las pretensiones del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), la guerrilla que ocupó la residencia diplomática y que reclamaba la liberación de todos sus miembros presos en Perú y otros países.
Esta situación contrastó con la de Japón, cuyo gobierno reclamó una solución pacífica a la crisis hasta el último minuto y no fue informado con antelación por el de Perú de que fuerzas de seguridad intentarían liberar la residencia del embajador en Lima.
A pesar de las declaraciones de Burns y Cohen, el diario británico The Times aseguró que "expertos en fuerzas especiales" de Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia "y varios otros países" con nacionales rehenes estuvieron "involucrados" en las gestiones del gobierno en Lima.
Según The Times, "seis expertos en rehenes del Escuadrón Especial de Asaltos (SAS)" y "tres negociadores de la Policía Metropolitana" de Gran Bretaña "fueron enviados" al comienzo de la crisis para asesorar al gobierno de Fujimori.
"La unidad del SAS, que incluía algunos de los más experimentados miembros del cuerpo, se unió a un extraordinario núcleo de expertos de todo el mundo", que se fue reduciendo a medida que la crisis ingresaba en sus etapas finales, según el periódico.
El diario Jornal do Brasil estimó que la operación de rescate demostró que "venció la línea dura" dentro del gobierno de Perú porque "el poder del presidente estaba amenazado".
"Hubo en las últimas semanas señales de que algo sucedería (…), incluso la posibilidad de un autogolpe. No hubo autogolpe, pero Fujimori, al autorizar la invasión, se puso definitivamente en manos de la 'línea dura"' militar, comentó el periódico brasileño.
El diario La Repubblica, de Italia, también manifestó sus dudas respecto de la operación. "No es posible que en los 42 minutos que duró el asalto los guerrilleros no hayan podido reaccionar de ninguna manera y se hayan dejado matar en minutos, mientras moría apenas uno de los rehenes", indicó.
"Todas las entradas fueron minadas, pero los militares ingresaron por seis puntos de acceso diferentes sin que les sucediera nada", agregó La Repubblica.
Mientras tanto, el diario Abc, de España, estimó en una nota editorial que "este tipo de operaciones solo pueden juzgarse, aunque sea injusto, por sus resultados, y en este caso habrá que considerar el golpe relámpago como un éxito".
"El descenlace final parecía prácticamente inevitable", pero "la muerte de todos los secuestradores (…) permite albergar muchas dudas sobre los procedimientos empleados (…) durante la maniobra", agregó el periódico español.
El diario La Nación, de Argentina, opinó que "esta represión que se fue haciendo inevitable frente a un acto de insurgencia insolente y extorsiva (puso) fin a tan largo y penoso cautiverio dejando en el cuerpo social del Perú solo magullones transitorios".
Fujimori mostró "en tan difíciles circunstancias que, así como suele no tener mayores escrúpulos legalistas, es, a la vez, un político dotado de paciencia y ánimo decidido", agregó La Nación.
Del mismo modo, el periódico Los Tiempos, de Cochabamba, Bolivia, afirmó que "la historia universal demuestra que la violencia es justificable si (defiende) el interés general por encima del de grupos sectarios o presas del enajenamiento suicida".
Las críticas más duras contra la operación en Lima procedieron de México. El portavoz del opositor Partido Acción Nacional, Alejandro González, afirmó que la "forma violenta" con que se puso fin a la crisis no resuelve las demandas sociales y de tipo humanitario que presentó la guerrilla.
El también opositor Partido de la Revolución Democrática cuestionó a Fujimori por el modo "autoritario" con que pretende resolver todos los problemas de su país. Es condenable que haya hablado de negociación mientras preparaba el operativo, dijo.
La politóloga Gloria Avella señaló que "Fujimori ha demostrado de nuevo su autoritarismo". "Las escenas donde Fujimori aparece como una mezcla de actor de cine y guerrero japonés celebrando su éxito fueron lamentables y hasta grotescas", agregó la experta. (FIN/IPS/mo-mg-fah-dc-mj/mj/ip/97