Los discursos insureccionales vuelven a sonar en el Frente Sandinista de Liberación Nacional /FSLN) de Nicaragua, la organización que en 1979 derrocó al dictador Anastasio Somoza.
Esta vez están dirigidos contra el gobierno del conservador Arnoldo Alemán, electo en octubre pasado con más de 48 por ciento de los votos.
"La historia vuelve a repetirse, hoy vamos a derrocar al somocismo, para volver a establecer la revolución sandinista", dijo este miércoles Gloria Martínez, miembro de la Asamblea Sandinista, el máximo órgano de decisión del FSLN, y madre de un joven muerto por la guardia somocista en 1979.
"Empezaremos el lunes, sin descansar, hasta retomar el poder. Volverán las efemérides, los altares de los mártires, y a lucir con orgullo nuestros emblemas revolucionarios", añadió.
El lunes próximo, se desarrollará una "jornada cívica"contra el gobierno promovida por movimientos sociales.
El FSLN ha tenido extremo cuidado para no aparecer públicamente como el promotor de esa jornada.
Para muchos, Martínez, de unos 70 años y apodada "la cachorra", representa el sentir del sandinista de base, que está desempleado, y atemorizado de perder la propiedad otorgada en la década de los 80, por la reforma urbana o agraria.
"Vamos a luchar sin partido, ni bandera, por el pueblo de Nicaragua, en contra de los desalojos, las alzas en las tarifas (agua y luz), y en contra de tanta injusticia", dijo Martínez.
Según datos extraoficiales del movimiento comunal, afín al FSLN, en los últimos siete años han sido desalojadas más de 2.000 familias de los lotes y casas adjudicadas en la década de los 80 por el gobierno sandinista.
En las operaciones de desalojo murieron al menos seis personas, decenas fueran heridas y más de 300 detenidas.
"Si vamos a morir, pues que sea como los hombres, defendiendo nuestros derechos", añadió.
En jornadas de protesta anteriores, durante el gobierno de Violeta Chamorro (1990-1997), el sandinismo llamó a su militancia a participar de manera violenta.
Varias de esas moviliaciones concluyeron en asonadas paramilitares, que dejaron siempre saldos de heridos y muertos entre las fuerzas policiales y los manifestantes.
En esta oportunidad, según varios dirigentes sandinistas entrevistados por IPS, las modalidades de protesta estarán determinadas "por el pueblo y por la respuesta policial".
"El lunes se pondrá a prueba la conducta del ejército y de la Policía", dijo José González, diputado y dirigente del FSLN en el norte del país.
"Las modalidades de protesta dependerán del auge que irá tomando la lucha día a día", añadió.
Sin embargo, no descartó bloqueos en puntos de la carretera Panamericana, por donde transitan los furgones que vienen desde Honduras ni la paralización del transporte rural que une las cabeceras departamentales con las comunidades campesinas que abastecen a las ciudades de granos básicos, verduras y lácteos.
"Nosotros no andamos haciendo labor proselitista, levantando a la gente", aseguró a IPS David Silva, dirigente de los militares sandinistas retirados durante la administración Chamorro (1990- 1997), que suman más de 80.000.
"La gente está muy molesta con este gobierno, nos dice que hay que ponerle freno. Pero todavía falta ambiente de movilización", añadió Silva.
Mientras tanto, la Policía Nacional ha girado órdenes a sus cerca de 8.000 efectivos para mantenerse en "estado de alerta" a partir de este viernes.
El presidente Alemán, según versiones extraoficiales, está considerando enviar un "mensaje a la Nación" en las próximas horas, a través de los medios de comunicación radiales y televisivos. (FIN/IPS/rf/dg/ip/97
