La era del anciano líder sindical mexicano Fidel Velázquez parece acercarse a su fin tras 61 años de respaldar políticas gubernamentales y desactivar brotes de descontento social, y trascendió que en la central obrera ya se abrió una lucha por su sucesión.
Velázquez, de 97 años, es el dirigente obrero más anciano del planeta. Con continuos problemas de salud y dificultades para hablar, caminar y oir, vive hoy su última etapa como secretario general de la Central de Trabajadores de México (CTM).
En medios políticos y empresariales trascendió que la dirección de la CTM -uno de los principales soportes del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI)- debate ya quién sucederá al que ha sido su líder desde 1936.
Con el inminente cambio de mando se espera que termine la etapa de sumisión de los sindicatos al gobierno y comience una nueva en la que los trabajadores luchen por sus derechos con mayor independencia, afirmó el analista Graco Ramírez en su columna del diario Reforma.
"Está llegando el ocaso del viejo patriarca del movimiento obrero mexicano", señaló una publicación de la Iglesia Católica. "El proverbial líder no puede escapar a la ley de la vida y el tiempo se encarga de realizar su inevitable tarea".
El más joven de los seis aspirantes a ocupar el puesto de Velázquez, quien en febrero fue ratificado como secretario general de la CTM para el período 1998-2004, tiene 62 años.
En las últimas seis décadas, los sindicatos mexicanos nunca realizaron una huelga general. Su apoyo a políticas oficiales fue uno de los elementos determinantes para mantener el poder del PRI y trabar las demandas de los trabajadores.
Velázquez merece que se le construya un monumento, pues "es un hombre que evitó grandes conflictos en el país, especialmente en la época de las tendencias socialistas y populistas", dijo el dirigente empresarial Juan Sánchez.
El líder de la CTM, quien en repetidas ocasiones declaró que la cercanía al poder lo mantenía joven, es considerado por sus propios seguidores como el único dirigente capaz de asegurar la unidad del sindicalismo oficial.
En los dos últimos años Velázquez ingresó varias veces al hospital por problemas de salud y desde marzo, cuando fue atendido por problemas digestivos, no ha vuelto a ser visto en público. Su médico, Salomón Jasqui, manifestó que a los 97 años "cualquiera tiene riesgo de morirse".
México necesita el retiro definitivo de Velázquez, pues "su estado de salud es idéntico al deterioro laboral", señaló Javier Paz, portavoz del derechista Partido Acción Nacional (PAN), segunda fuerza política mexicana.
En los últimos tres años, la cúpula de la CTM suspendió la tradicional marcha del 1 de mayo, tras reconocer que temen ser rebasada por las bases, cada vez más irritadas por los problemas económicos.
Actualmente, líderes sindicales independientes mantienen negociaciones para crear una nueva central obrera y Francisco Hernández, secretario general del sindicato de telefonistas, opina que la CTM "perdió la perspectiva de la historia y dejó de funcionar".
El sacerdote Genaro Alamilla, ex vocero de la Conferencia del Episcopado Mexicano, recomendó a Velázquez retirarse en forma urgente.
"A cierta edad las neuronas van disminuyendo y se van oprimiendo a tal grado que llegan a ser lentejas, y con lentejas en el cerebro no podemos hacer casi nada", afirmó el sacerdote.
Un veterano periodista que cubre la fuente sindical dijo que Velázquez tiene pocos momentos de lucidez y que eso lo saben sus colaboradores, ahora enfrascados en la disputa por sucederle. (FIN/IPS/dc/ag/ip/97