Barbados podría conceder a Estados Unidos derecho a perseguir sospechosos de narcotráfico en su espacio aéreo y marítimo en la próxima visita del presidente Bill Clinton a la isla caribeña, prevista para mayo.
El asunto fue conversado durante una reunión de dos días entre representantes de gobiernos de la región y Richard Clark, enviado especial de Clinton, como preparación para la cumbre del 9 de mayo entre el mandatario estadounidense y los jefes de gobierno de la Comunidad del Caribe (Caricom).
Al final del encuentro, el procurador general de Barbados, David Simmons, anunció que ya estaba listo un borrador de acuerdo para la celebración de un tratado antinarcóticos más amplio que el concebido anteriormente.
El acuerdo no sería simplemente un pacto que autoriza a las autoridades estadounidenses a perseguir narcotraficantes en las aguas territoriales y el espacio aéreo de Barbados, sino un amplio tratado contra el tráfico de drogas.
El tratado abordaría otros asuntos como tráfico de armas, colaboración técnica, capacitación de funcionarios locales e información sobre delincuentes deportados a Barbados, así como reciprocidad en cuanto al embarque marítimo.
"El acuerdo también nos permitiría poner un representante nuestro en un buque de Estados Unidos", explicó Simmons.
"Tal como está redactado, el pacto prevé la ayuda de Estados Unidos para crear un mecanismo que nos permita controlar y reprimir el lavado de dinero", agregó.
La reunión tuvo lugar meses después de una confrontación entre Barbados y Estados Unidos debido a declaraciones del primer ministro barbadeño Owen Arthur, que se refirió al acuerdo marítimo como "algo peligroso que no tiene lugar en el Caribe".
"La soberanía no es divisible, y nosotros la ganamos tras una larga lucha contra aquellos que creen en la esclavitud y el colonialismo", expresó en esa oportunidad.
Además, el parlamento nacional se unió al diputado y ex procurador general Henry Forde para lanzar una campaña contra el Departamento de Estado estadounidense, acusándolo de librar una guerra económica contra la industria turística de Barbados.
Forde afirmó que el estado de California cultiva más marihuana que todas las islas del Caribe juntas y que las autoridades estadounidenses son incapaces de controlar sus fronteras y reducir la demanda de drogas ilegales de su población.
El Departamento de Estado reaccionó con indignación y sostuvo que Barbados no contribuía al objetivo de fortalecer la cooperación entre países mediante un sistema de seguridad regional.
Además, el Departamento argumentó que el pacto propuesto estaba de acuerdo con ciertas obligaciones internacionales de Barbados, y la negativa de la isla a firmarlo impedía una excelente cooperación operativa con las autoridades estadounidenses.
Aparentemente, el encuentro con Clark la semana pasada lo resolvió todo. Otros funcionarios de Estados Unidos y sus homólogos de Barbados se abocaron luego de la reunión a ajustar ciertos detalles del acuerdo. (FIN/IPS/tra-en/ta/cb/ml/ip/97