El presidente de Cuba, Fidel Castro, y el primer ministro de Granada, Keith Mitchell, iniciaron hoy en esta capital conversaciones oficiales en busca de recuperar las buenas relaciones que existieron en otro tiempo entre los dos países.
Los lazos entre La Habana y Saint George's empezaron a normalizarse en 1994, once años después de la invasión de Estados Unidos a Granada, que causó la muerte a 24 cubanos, en su mayoría cooperantes civiles.
Mitchell llegó a la capital de Cuba el sábado, para cumplir un amplio programa hasta el miércoles, por invitación oficial de Castro.
Fuentes oficiales aseguraron que los dos países pretenden avanzar en áreas de cooperación económica, salud y deportes y promover el intercambio bilateral sobre la base de los acuerdos de la Asociación de Estados del Caribe (AEC).
Analistas locales aseguran que el acercamiento forma parte del gran interés de Cuba por impulsar la AEC, un foro fundado en 1995 y presidido en estos momentos por Granada.
Granada, una pequeña isla de 340 kilómetroscuadrados y 92.000 habitantes, es además miembro de Caricom (Comunidad del Caribe), una alianza económica de las naciones anglófonas del área.
El gobierno cubano ve fuertes potencialidades en la integración caribeña en esferas tales como el turismo, principal fuente de ingresos de varios países del área y un sector en el que el Caribe podría ser líder mundial.
Medios de prensa granadinos adelantaron que Mitchell solicitará la asistencia de Cuba para la construcción de un estadio nacional y propondrá el fomento de becas en el sector de salud para jóvenes de su país.
El primer ministro granadino, que también se desempeña como canciller y atiende directamente los asuntos de comercio, industria, finanzas, información y seguridad, llegó a La Habana al frente de una delegación de funcionarios y empresarios.
Los vínculos entre Cuba y Granada fueron especialmente fuertes durante el gobierno de Maurice Bishop, quien fue asesinado el 19 de octubre de 1983, al estallar una lucha de poder dentro de su propio partido, La Nueva Joya.
Bishop, amigo personal de Castro, se hizo cargo del gobierno el 13 de marzo de 1979, al frente del Movimiento Revolucionario del Pueblo, que derrocó al dictador Eric Gary. Entre las primeras leyes de su gobierno estuvo el establecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba.
La Habana impulsó durante el gobierno de Bishop una amplia colaboración económica, política y militar, que fue considerada por Estados Unidos como "una amenaza para sus intereses vitales" en la región.
Washington señaló en especial la construcción de un aeropuerto en Granada como parte de la cooperación cubana. A juicio de Washington, el proyecto tenía propósito militar.
Fuentes oficiales cubanas aseguran que la obra sólo fines económicos, nunca militares, y no justificaba una campaña informativa que, desde Estados Unidos, puso en duda los objetivos de la cooperación de los cubanos en el área.
Tras el asesinato de Bishop, Granada fue invadida y ocupada por 6.000 infantes de marina de Estados Unidos, enviados para "asistir a ciudadanos estadounidenses" atrapados en medio de la crisis política, según la versión inicial de Washington.
Unos 500 cubanos se enfrentaron a los "marines", que más tarde recibieron el apoyo de soldados y policías de seis países del Caribe.
La muerte de 24 cubanos y la ocupación militar por Estados Unidos durante año y medio enfriaron las relaciones entre La Habana y Saint George's y pusieron punto final a la cooperación en esferas de desarrollo como la salud, la agricultura y las construcciones.
Medios de prensa cubanos destacaron que, desde que asumió el poder hace dos años el nuevo Partido Nacional, Granada dio pasos para reanimar los nexos con Cuba.
Desde su llegada, la misión granadina recorrió sitios de interés económico y científico en la isla. Las conversaciones incluirán contactos con los ministros de Turismo, Salud Pública y Comercio Exterior. (FIN/IPS/da/ff/ip/97