CROACIA: Elecciones entierran el sueño de la "Gran Serbia"

Croacia celebrará elecciones el domingo y la atención se concentrará en la región de Slavonija Oriental, donde los serbios deberán decidir si concurren a las urnas para aceptar el gobierno de Zagreb y renuncian a la construcción de la "Gran Serbia".

Los comicios locales se celebrarán al mismo tiempo que los parlamentarios a nivel nacional, en los que se elegirá a los representantes de los condados que componen la cámara alta del parlamento croata.

Pero el acto electoral en Slavonija Oriental, capturada por los serbios en la guerra de secesión de Croacia contra la Federación Yugoslava, es también un paso hacia la integración definitiva de esa región al país, luego de un período de transición bajo la protección de Naciones Unidas.

El destino de Slavonija Oriental fue decidido en el acuerdo de paz rubricado en Dayton en noviembre de 1995 con el auspicio de Estados Unidos, que impuso la Autoridad de Transición de Naciones Unidas en la zona (UNTAES), a cargo de supervisar las elecciones.

"Dijimos a los serbios de todos los modos posibles que los comicios se celebrarán de cualquier manera y que el acto electoral es clave para ellos", dijo el portavoz de UNTAES, Philip Arnold, frente a las veladas amenazas de boicot.

Las elecciones corroborarán el alto grado de autonomía de que gozarán los serbios, pero también supondrá el final de su sueño de separarse de Croacia y unirse a Serbia para constituir una "Gran Serbia".

Slavonija Oriental, una región limítrofe con Serbia fértil y rica en petróleo sobre el río Danubio, fue una de las tres áreas de predominio serbio que se rebelaron contra la secesión de la antigua Yugoslavia en 1991.

Croacia recapturó los otros dos enclaves dos años más tarde, lo que obligó a los serbios en Slavonija Oriental a firmar un acuerdo mediante el cual aceptaban un regreso gradual y pacífico al dominio de Zagreb.

El área es ahora administrada y supervisada por alrededor de 5.000 funcionarios de Naciones Unidas que abandonarán el territorio a partir del 15 de julio, fecha en que se producirá formalmente el retorno del enclave serbio a Croacia.

Slavonija Oriental tiene una población de unas 120.000 personas, en su mayoría de origen serbio. La mitad de ellas son serbios refugiados de las dos regiones recuperadas por Croacia entre mayo y agosto de 1995. Las restantes vivían allí antes de la guerra.

Unos 80.000 croatas que vivían en la región fueron expulsados de sus hogares desde 1991 y, según UNTAES, regresarán a ellos de forma gradual a partir de julio.

Los sectores políticos serbios en Croacia se unieron en un bloque único (SDSS) para evitar la dispersión de los votos. Su campaña electoral comenzó apenas 12 días antes de los comicios, y su propósito es asegurarse el control de al menos 12 de las 30 municipalidades en disputa.

Vojislav Stanimirovic, el psiquiatra que lidera el SDSS, es un moderado que negoció una serie de pactos de "normalización" con las autoridades croatas.

Stanimirovic exhortó a los serbios a concurrir a las urnas para asegurar el respeto de sus derechos, prometido por Zagreb, luego que la UNTAES se retire de la región.

"La mayoría de los serbios en Slavonija Oriental queremos quedarnos. No tenemos muchas opciones más. No hay lugar a dónde ir. Serbia no puede ayudarnos mucho, ni con su aporte económico ni de ninguna otra manera", explicó.

"El equilibrio de poder convencerá a los serbios de que deben aceptar la única solución lógica y posible. Nuestro ejército, nuestras aduanas y nuestra policía deben operar dentro de nuestras fronteras", dijo Hrvoje Sarinic, jefe de gabinete del presidente de Croacia, Franjo Tudjman.

Para los serbios, aceptar la ciudadanía croata con el objeto de participar en las elecciones fue un trago amargo. "Después de todos estos años de rebelión y sueños de un estado separado, es una píldora difícil de tragar", admitió Arnold.

Douglas Coffman, también funcionario de UNTAES, informó que los croatas expulsados de la región podrán emitir su voto en ausencia en 75 circuitos instalados en todo el territorio del país.

Los serbios refugiados en Slavonija Oriental que proceden de otras regiones podrán participar en las elecciones de sus lugares de origen o en las de la zona, agregó.

Jacques Klein, jefe de la misión de Naciones Unidas en Slavonija Oriental, dijo que 70 por ciento de los ciudadanos habilitados deberían concurrir a las urnas para que las elecciones puedan ser consideradas "libres y justas".

El lunes, un grupo de dirigentes de la gobernante Unión Democrática Croata (HDZ) fue recibido con piedras por alrededor de 300 serbios en Vukovar, el corazón del antiguo territorio rebelde.

El régimen fascista "ustashe" que gobernó Croacia durante la segunda guerra mundial asesinó a decenas de miles de serbios, judíos y gitanos, y el estado croata independiente utilizó como propios muchos de sus emblemas, como la bandera, a partir de 1991.

Pero Tudjman convocó, de todos modos, a los serbios a las elecciones para cicatrizar las heridas del pasado. "La constitución croata garantiza sus derechos civiles, sus hogares y sus propiedades, de acuerdo con los más elevados criterios internacionales", dijo.

Organizaciones humanitarias en Serbia, que ya atienden a alrededor de 600.000 refugiados de guerra, temen que se produzca otra corriente de hasta 60.000 personas desde Slavonija Oriental.

"La situación ya es crítica, un verdadero desastre invisible", dijo Maurice O'Neill, de la Federación Internacional de Sociedades Cruz Roja y Media Luna Roja en Belgrado. (FIN/IPS/tra-en/vpz/rj/mj/ip pr/97

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