El presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso recibió hoy a representantes del Movimiento de los Sin Tierra, acogió varios de sus pedidos y desafió a Europa a apoyar la reforma agraria en el país suspendiendo barreras a importa iones agrícolas.
En lugar de presionar el gobierno brasileño, los europeos deberían mostrar "solidaridad efectiva", extendiendo a los productos de campesinos asentados y pequeños agricultores familiares de Brasil las exenciones arancelarias concedidas a los africanos por la Convención de Lomé, dijo el presidente.
"Eso sería más consecuente y mejor para los campesinos brasileños", añadió Cardoso tras el encuentro de una hora y media con los "sin tierra" que protagonizaron el jueves una manifestación histórica, de cerca de 30.000 personas en Brasilia.
El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) entregó al presidente un petitorio con nueve reivindicaciones. Cardoso estuvo de acuerdo con la mayoría, según su vocero, el embajador Sergio Amaral.
Pero opuso limitaciones presupuestarias, por ejemplo, al reclamo de elevar a 500.000 las familias a asentar hasta 1998, casi el doble de la meta del gobierno, que es de 280.000 en los a lo largo de los cuatro años de la gestión de Cardoso.
Otros pedidos elevarían a 400 millones de dólares las inversiones gubernamentales en los asentamientos de campesinos y modificaciones legales para apresurar una reforma agraria en un país en el que los grandes terratenientes concentran enormes extensiones de territorio.
Cardoso propuso crear una comisión mixta entre el gobierno y representantes de la sociedad civil para evaluar las propuestas del MST, discutir su viabilidad financiera y legal, y obtener el indispensable apoyo del Poder Legislativo.
El encuentro fue "provechoso, abierto y democrático", evaluó el presidente, tras condenar como "no democráticas" las invasiones de predios, forma de lucha preferencial del MST.
Durante el día los líderes del MST estuvieron en el Congreso reclamando que se tramiten como urgentes leyes que permitan mayor rapidez a la reforma agraria y a procesos judiciales contra actos de violencia y masacres practicadas contra campesinos en todo Brasil.
El obipso católico Demetrio Valentim, uno de los varios testigos invitados por el MST al encuentro con el presidente, calificó de "saludabler" la reunión, especialmente por el reconocimiento oficial del movimiento. (FIN/IPS/mo/dg/if-pr-ip/97