El Parlamento Indígena de América emitirá en Guatemala una declaración de condena de la nueva ley de inmigración de Estados Unidos, a la que considera en desacuerdo con tratados internacionales.
El anunció fue formlado por el mexicano Roberto Pedraza, presidente del Parlamento Indígena, que realiza en la capital guatemalteca su XII Congreso.
Pedraza informó que los participantes en el congreso analizan los alcances de la migración en el continente americano.
La ley de migración que este mes entró en vigor en Estados Unidos "es inmoral y no es acorde con los tratados internacionales" firmados por Washington con los demás países del Continente, dijo el presidente del Parlamento Indígena.
Los indígenas no pasan de un país a otro como "delincuentes", sino que lo hacen "por necesidad, en busca de trabajo", agregó.
El dirigente entiende que la "opción" legítima sería la firma de convenios avalados por la Organización de Naciones Unidas para controlar las crecientes migraciones.
Pero también se deben tomar medidas contra la pobreza y el desempleo, puntualizó.
"Hay países que aunque quisieran hacer programas para evitar la migración no pueden, porque la deuda externa los agobia y los gobiernos pagan la deuda en detrimento de los pueblos. Al primero que ahorcan y le quitan la posibilidad de desarrollarse es al indígena", destacó.
El Congreso del Parlamento Indígena de América se inauguró el jueves en la sede del Poder Legislativo de Guatemala con llamado a todos los aborígenes de América Latina a luchar por medios pacíficos en defensa de sus derechos.
"Es un honor para Guatemala inaugurar el XII Parlamento Indígena y es una oportunidad para que sepan que nosotros como nación apoyamos a sus pueblos y les instamos a seguir adelante", dijo la presidenta del Poder Legislativo guatemalteco, Arabella Castro.
Castro reconoció el derecho de los indígenas de América a expresarse en su lengua y a participar activamente en las decisiones políticas.
La dirigente indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, reclamó por su parte una firme y activa solidaridad con los aborígenes de Guatemala.
Menchú señaló que, aunque se han superado muchos problemas de marginación, es necesario seguir luchando porque aún falta mucho. Pedraza agregó que ese progreso no será posible si los indígenas se encuentran divididos.
Más de la mitad de la población de Guatemala es indígena y hay en el país más de 20 etnias, cada una con su respectiva lengua. Los mayores índices de pobreza corresponden a esos grupos de población.
El diputado Arístides Villatoro, del derechista Frente Republicano Guatemalteco, dijo que espera conocer ponencias sobre los problemas de los indígenas de América, para adecuarlas al caso de Guatemala y trasladarlas al parlamento nacional.
Mientras, Rolando Barrientos, del gobernante Partido de Avanzada Nacional, indicó que su grupo desea que la presidencia del Parlamento Indígena recaiga en un guatemalteco.
Luego de la firma de la paz que puso fin al conflicto armado, "el hecho de que un guatemalteco asuma la presidencia o la secretaría permanente (del Parlamento Indígena), será un incentivo para los pueblos indígenas" del país, aseguró Barrientos.
Pedraza explicó que el Parlamento Indígena surgió en Panamá en 1987 y se institucionalizó en el II encuentro de Legisladores Indígenas de América, realizado en Nicaragua en agosto de 1988.
"Allí nace como iniciativa independiente de diversos sectores parlamentarios de los países de la región y hoy constituye un espacio político, donde se discuten y dan a conocer los problemas que enfrentan nuestros pueblos", observó.
El Congreso de Parlamentarios Indígenas sesionó la tarde del jueves en el Teatro Nacional, donde se desarrolló su sesión plenaria. Fueron abordados asuntos relativos a la educación y derechos indígenas, lugares sagrados, propiedad intelectual, autonomía, autogobierno y ambiente.
El foro, al que asisten 23 diputados indígenas de 11 países, finalizará este sábado. (FIN/IPS/cz/ff/pr/97