Montañas de alimentos se pudren en Africa por la ineficiencia de los sistemas de distribución a las áreas urbanas y, como resultado, en las ciudades se pagan altos precios por la producción local, o se consumen productos importados.
Expertos reunidos esta semana en Dakar para enfrentar el tema de la seguridad alimentaria en Africa sostienen que los esfuerzos por aumentar la producción de alimentos dieron resultado, pero las cosechas se echan a perder por carencias de infraestructura para la distribución.
Asimismo, los costos del abastecimiento deficiente de la producción local son pagados por los consumidores, indicó Richard Roberts, especialista de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Alrededor de 70 por ciento del costo de los productos alimenticios en algunas ciudades proviene de la comercialización. El resultado es que los consumidores se empobrecen con la caída de su poder adquisitivo, y la producción local pierde la competitividad ante las importaciones.
Roberts es presidente de la división del Servicio de Comercialización Agrícola y Finanzas Rurales (AGSM), el cual organizó la reunión subregional para Africa francófona, que se desarrolla entre el 14 y el 18 de abril.
El problema tiene un impacto directo sobre la pobreza y la malnutrición en las áreas urbanas, dijo Olivio Argenti, coordinador del programa de FAO para mejorar los sistemas de abastecimiento y distribución de alimentos.
Según un estudio de caso de FAO sobre el deterioro de la distribución de alimentos en Dakar, 12 por ciento de los niños entre 1 y 5 años están severamente malnutridos. Esta cifra es el doble de hace seis años.
La reunión de esta semana representa la primera vez que FAO reúne a especialistas y autoridades de alto nivel para encarar específicamente el tema de la seguridad alimentaria desde el punto de vista del consumo y no de la producción.
El objetivo, indicó Argenti, es ayudar a gobiernos africanos a que "vinculen los temas urbanos y rurales a la política agrícola".
La rápida urbanización de Africa exacerbó el problema de varios modos. A medida que las ciudades se expanden, las tierras cultivables alrededor son reemplazadas con nuevos asentamientos poblados por personas de zonas rurales.
Irónicamente, estas personas dejaron la agricultura para buscar trabajo de más alta ganancia en las áreas urbanas. Mientras, la demanda de alimentos en las ciudades aumenta.
El problema es más agudo en los países del Sahel, donde gran parte de la tierra es demasiado árida para cultivar. En Dakar, cuya población se duplica cada 25 años, el "cinturón verde" alrededor de la ciudad está desapareciendo. Ahora los alimentos recorren distancias kilométricas.
Cuanto más ineficiente y cara se vuelve la distribución de alimentos locales, más se abren los mercados urbanos a las importaciones, a pesar de los altos aranceles.
El coordinador del estudio de caso de Dakar, Papa Seck, dijo haber quedado "alarmado" por la cantidad de alimentos importados que podrían producirse en el país, por ejemplo, 90 por ciento de la leche, la cual es de menor calidad.
Dakar también importa 95 por ciento de su arroz, el cultivo principal, aunque el gobierno francés invirtió millones de francos en la producción local y el gobierno de Senegal impuso gravámenes de hasta 46.8 por ciento al grano importado.
La FAO planifica ofrecer programas de capacitación a los actuales distribuidores y abastecedores de alimentos, teniendo en cuenta que estos sistemas operan fuera del control del gobierno, a menudo dentro de familias o grupos étnicos y religiosos que tienen su propia lógica. (FIN/IPS/tra-en/dh/kb/lp/dv/97