VENEZUELA: Marcha contra Caldera desata rumores y tensión

Una marcha de docentes universitarios, estudiantes y otros gremios en conflicto con el gobierno de Rafael Caldera y su programa económico neoliberal, celebrada hoy en Venezuela, desató una ola de rumores desestabilizadores.

El ministro del Interior, José Andueza, emitió un comunicado para pedir a la población que se mantuviera tranquila y no atendiera la propalación de versiones sobre la desmentida muerte del presidente, de 81 años, y sobre movimientos militares.

La protesta, en que participaron entre 2.000 y 3.000 personas, transcurrió normalmente, pero como es habitual en este país degeneró en disturbios a su conclusión, al producirse choques entre personas calificadas por los manifestantes como "infiltrados" y la policía.

Los enfrentamientos tuvieron un saldo de un periodista herido, y una decena de detenidos.

La decisión del gobierno de dar asueto en la tarde a los empleados públicos, porque sus dependencias están en el centro de la capital y en el recorrido de la vespertina marcha, así como la suspensión del semanal Consejo de Ministros, ayudaron a alimentar el clima de tensión.

El ministro de la Secretaría de la Presidencia, Asdrúbal Aguiar, precisó que "el rumor es el deporte nacional y un oficio inherente a la condición del venezolano", y explicó que el gabinete se suspendió porque Caldera dedicó la jornada a preparar su informe anual de este jueves ante el Congreso.

La parte central de la ciudad fue virtualmente tomada por efectivos policiales, mientras helicópteros sobrevolaban la zona, hechos que los ministros insistieron en considerar "una prevención normal ante una manifestación de esta magnitud".

La marcha fue extrañamente autorizada para la tarde, tal como solicitaban sus convocantes, lo que provocó el cierre de negocios y la parálisis del casco central, mientras el anuncio de una huelga en el monopolio de las telecomunicaciones desde el jueves, aumentó el tenso clima colectivo del día.

La "marcha de las banderas", como fue definida por los convocantes, tiene como ingrediente un panorama laboral agravado desde enero, cuando comenzó una ola de huelgas, que en el caso de las 17 universidades públicas lleva cerca de 50 días.

La protesta fue impulsada por los profesores universitarios, pero contó con la adhesión de unos 80 gremios, según sus organizadores.

La pérdida del valor adquisitivo del estancando salario de los venezolanos alcanzó 40 por ciento los últimos dos años, según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo, ante una inflación que en 1996 llegó a 103,7 por ciento.

El desbloqueo limitado de los salarios depende del logro de un retrasado acuerdo de sindicatos, empresarios y el gobierno sobre la modificación de las reglas laborales, incluida la polémica indexación de los derechos acumulados.

El gobierno de Caldera restituyó la estabilidad política tras la crisis institucional de 1992 y 1993, pero tuvo un errático manejo económico, con dos primeros años de fracasada política de controles, para retonar a la senda neoliberal en abril de 1996.

Las medidas adoptadas entonces supusieron una fuerte devaluación, la quintuplicación de los precios de la gasolina, el incremento de los impuestos y las tarifas de todos los servicios, y alzas inclementes de los precios de los productos básicos.

La "Agenda Venezuela", como se llama el plan pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), tuvo resultados macroeconómicos, pero hizo más precaria la situación de los venezolanos, 80 por ciento de los cuales viven en pobreza.

Mientras, las reservas del país superan los 15.000 millones de dólares, aupadas por el alza de los ingresos petroleros, base de la economía local, y por las medidas de estabilización.

Una misión del FMI que se encuentra en Caracas desde el lunes rechaza que se dé respuesta más que muy parcial a las demandas salariales y exige un nuevo aumento de la gasolina, rechazado por el gobierno.

La protesta que concluyó en disturbios y la desactivación de algunas bombas explosivas caseras, estuvo precedida por manifestaciones violentas en varias ciudades satélites de Caracas y en la industrial Valencia, a 150 kilómetros de la capital. (FIN/IPS/eg/jc/ip-lb/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe