/REPETICION/ MEDIO ORIENTE: Palestinos proponen poner fin a diálogo con Israel

El veto de Washington a una resolución de ONU contra las construcciones de Israel en Jerusalén y la entrega a los palestinos por parte del gobierno de Benjamín Netanyahu de menos de 10 por ciento de Cisjordania ponen en peligro el proceso de paz en Medio Oriente.

Dirigentes palestinos reclamaron el fin de las conversaciones de paz y el presidente Yasser Arafat se manifestó "profundamente conmocionado" luego que el gobierno de Israel decidió retirarse de apenas nueve por ciento del territorio de Cisjordania.

"Esto es una clara violación de los acuerdos de paz", dijo Arafat.

El gabinete de Netanyahu aprobó este viernes un plan para entregar nueve por ciento del territorio de Cisjordania a la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

De acuerdo con el plan de Israel, siete por ciento de Cisjordania, hoy bajo control conjunto con la ANP, pasará a ser gobernado plenamente por la entidad. El restante dos por ciento, hoy ocupado por Israel, pasará a ser de control conjunto.

El mismo viernes, Estados Unidos vetaba en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas una resolución que reclamaba a Israel suspender la construcción de 6.500 viviendas en territorio palestino ocupado, lo que provocó aun más malestar.

Esto se produjo, paradójicamente, luego que el presidente Bill Clinton criticó a Netanyahu en duros términos y brindó su respaldo a Arafat en Washington. Pero el veto deja en evidencia que los favores que Washington pueda conceder a los palestinos tienen un límite.

"La decisión de Estados Unidos afectará negativamente el avance del proceso de paz", dijo Nabil Abu Rudeineh, portavoz de Arafat.

La partida de las tropas, que sería implementado el mismo viernes, es la primera que Israel está obligada a realizar antes de mediados de 1998 según el acuerdo alcanzado en enero respecto del retiro de la ciudad cisjordana de Hebrón.

Los palestinos esperaban que Israel les entregara por lo menos el doble del territorio en esta primera etapa.

El gobierno de Israel, con respaldo de Estados Unidos, afirma que la cantidad de soldados y el ritmo de los retiros es una atribución que le corresponde exclusivamente a él.

"Es una vergüenza que debamos continuar en diálogo con una contraparte que impone sus condiciones", dijo Ahmed Qrei, portavoz del Consejo Legislativo Palestino, quien reclamó el abandono de las negociaciones.

Apenas ocho poblados, que suman solo 2,8 por ciento del territorio de Cisjordania, están bajo control de la ANP. Otro 28 por ciento, con 450 poblados palestinos, es administrado por la ANP, pero los soldados israelíes pueden entrar libremente en esas áreas. Israel ocupa aún el resto del territorio de Cisjordania.

El acuerdo de paz se refiere en forma vaga al retiro de tropas israelíes y únicamente especifica que cuando se efectúe el tercero solo permanecerán en asentamientos judíos y "áreas militares específicas".

Esas áreas son, según Israel, 50 por ciento de Cisjordania. Los palestinos replican que, cuando se efectúe el tercer retiro de tropas, deberán controlar totalmente 90 por ciento del territorio.

Los miembros del ala derechista del gobierno de Netahyahu han presionado al primer ministro para que restrinja las entregas de territorio.

Tres ministros de los 18 que conforman su gabinete pertenecen al Partido Religioso Nacional, que respaldan con fuerza los asentamientos judíos en Cisjordania y Gaza y reclamaron acelerar la implementación de un plan de viviendas en el sur de Jerusalén oriental que provocó la ira de los palestinos hace dos semanas.

Los palestinos pretenden que Jerusalén oriental (a la que denominan Al Quds) sea la capital de un futuro estado palestino. Israel sostiene, por su parte, que la ciudad es su capital "eterna e indivisible". El futuro de la ciudad se comenzará a negociar a fines de mes.

Estados Unidos vetó este viernes una resolución aprobada por los 14 restantes miembros del Consejo de Sueguridad de la ONU que reclama a Israel el fin de la construcción de un conjunto de viviendas en el cerro llamado Jabal Abu Ghneim por los palestinos y Har Homa por los israelíes, al sur de Jerusalén.

La resolución fue presentada por Gran Bretaña, Francia, Portugal y Suecia en nombre de la Unión Europea. La Asamblea General de la ONU podría aprobarla, pero sería entonces de carácter no vinculante.

Washington ha bloqueado consistentemente a través de su facultad de veto las resoluciones del Consejo de Seguridad que tengan relación con el diálogo entre Israel y los palestinos, en especial sobre Jerusalén.

El embajador de Estados Unidos ante la ONU, Bill Richardson, explicó que el Consejo de Seguridad no es un foro adecuado para debatir cuestiones que actualmente están en la mesa de negociaciones entre la ANP e Israel.

El enviado palestino al Consejo de Seguridad, Nasser Al Kidwa, recplicó que el órgano no cumplió su obligación de garantizar la paz y la seguridad en Medio Oriente.

La falta de acciones por parte del Consejo, argumentó Al Kidwa, no contribuyó a resolver el problema de Jerusalén, ciudad sagrada para cristianos, judíos y musulmanes.

El representante palestino reclamó una reunión de urgencia de la Asamblea General de la ONU para evitar "daños peores" al proceso de paz.

"Estados Unidos hizo lo de siempre: estar junto a Israel y contra el mundo", dijo un funcionario de la ONU. "Estados Unidos está acostumbrado a votar solo en cuestiones relativas a Israel", coincidió un representante de Washington en el cuerpo que reclamó reserva sobre su identidad.

Los palestinos acusan a Israel de construir viviendas para judíos para consolidar su control sobre la ciudad e impedir negociaciones sobre su futuro.

El alcalde derechista de Jerusalén, Ehud Olmert, prevé que las obras continuarán dentro de dos semanas. (FIN/IPS/tra-en/fah- dho/yjc-rj-mk/mj/ip/97

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