/REPETICION/ ITALIA: Avisos publicitarios para la compra de óvulos

El aviso publicitario de una clínica romana que ofrecía una alta recompensa a las mujeres dispuestas a donar sus óvulos provocó un escándalo en Italia y la condena de la Iglesia Católica.

Parlamentarios de varias fuerzas políticas solicitaron al gobierno que tome medidas para evitar que hechos como éste se produzcan nuevamente.

"Se buscan jóvenes de sexo femenino de nacionalidad italiana, de 18 a 35 años, para la donación de sus óvulos para usarlos en un programa de fecundación en vidrio. Una alta recompensa", señala el aviso que apareció en Porta Portese, una publicación que incluye en forma gratuita todo tipo de avisos.

Esta es la primera vez que en Italia se ofrece la adquisición de óvulos.

El número telefónico corresponde al "Centro reproducción" de una lujosa clínica romana, "Villa Stuart", donde una secretaria indica los nombres de los tres ginecólogos destinados a la compra- venta de óvulos de mujeres fértiles destinados a mujeres estériles.

Una periodista del diario La Repubblica llamó por teléfono y se presentó como una posible donante. En la clínica le dijeron que la "alta recompensa" era de 1.300 dólares, una cifra modesta para un país como Italia.

"Venga el viernes próximo, no es necesario que sea internada", le dijeron y cuando preguntó si era peligroso, le respondieron: "No, para nada" .

Una de las ginecólogas, Cristina Fischetti, dijo que el anuncio de la "alta recompensa" se había tratado de un error. El dinero que se le daba a las mujeres donantes era sólo por los gastos que tenían por los exámenes clínicos a que se debían someter.

Por lo demás, afirmó, las donaciones de los óvulos se produce en todo el mundo.

"La necesidad de óvulos es altísima, pero las donantes son casi inexistentes, por lo cual tuvimos que recurrir a esta publicidad", dijo Luca Mencaglia, otro de los ginecólogos.

La Iglesia Católica reiteró este miércoles la exigencia del respeto de la vida y condenó la compra-venta de óvulos, las clonación y otros experimentos realizados en animales, según manifestó el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

En los estudios y en la investigación científica hay un límite que nadie puede superar: es el respeto de la vida, desde el primer momento de la concepción, afirmó Ratzinger y añadió que "ningún experimento científico, en ningún momento y por ningún motivo, se puede justificar cuando se supera ese límite".

Aclaró que la Iglesia Católica alienta a los científicos y la investigación, pero consideró inadmisible el abuso y la manipulación, especialmente respecto de la vida naciente y de la procreación.

Ratzinger es autor de un estudio contra las manipulaciones genéticas del Vaticano, "Instrucción sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación", publicado hace 10 años, que constituye el texto base de la Iglesia Católica sobre la bioética y que aseguró aún hoy es plenamente válido.

Ratzinger considera ilícita "la procreación fuera y en ausencia del acto conyugal" y de la "fecundación en vidrio, de cualquier tipo, incluso en parejas regularmente casadas". También rechaza la inseminación artificial, la maternidad sustitutiva y los experimentos en embriones humanos.

Un "hijo debe ser concebido, no producido", sentenció Ratzinger. (FIN/IPS/jp/ag/97

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