/REPETICION/ EE-UU-RUSIA: Desacuerdo por expansión de OTAN demora desarme

La cumbre del presidente estadounidense Bill Clinton y el ruso Boris Yeltsin se inició hoy en esta capital entre temores sobre el incumplimiento de los tratados de control de armas firmados en la década de 1980.

El proceso de desarme nuclear no tuvo avances desde que se firmó el tratado de reducción nuclear estratégica Start II, hace cuatro años. El pacto de 1990 sobre las Fuerzas Convencionales en Europa también está en espera.

Una de las razones es que los miembros de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) impulsan la inclusión de ex aliados rusos. La reunión de este jueves fue precedida de protestas de Moscú ante el posible ingreso de Polonia, Hungría y la República Checa a la alianza atlántica.

Yeltsin advirtió que la incorporación de los países de Europa central a la OTAN trastornaría el equilibro militar en el continente y obligaría a Moscú a reconsiderar su política militar.

"La OTAN es una organización estadounidense dirigida por Estados Unidos", afirmó Yeltsin en una entrevista televisiva esta semana. "¿Cómo podemos tolerar que una organización militar actúe sobre nuestras fronteras a la vista de todo el mundo?", preguntó.

Jyrki Kakonen, director del Instituto Tampere de Investigación para la Paz, en Finlandia, sostuvo que "en el peor de los casos, la expansión de la OTAN podría llevar a que Rusia reconsidere su estrategia nuclear".

Mientras, legisladores de Estados Unidos expresaron temor a que ambos gobiernos modifiquen su propósito de reducir los respectivos arsenales nucleares y las fuerzas armadas estacionadas en Europa.

Veinte senadores estadounidenses escribieron a Clinton antes de la reunión para sugerirle que comience a negociar con Yeltsin un tratado Start III que permita a las partes evitar el moribundo proceso del Start II y lograr reducciones aún mayores en su armamento nuclear.

"Sin un nuevo enfoque frente al problema y a los temores de Rusia sobre las consecuencias de la expansión de la OTAN, creemos que Start II -y otros importantes logros en materia de control de armas, posteriores a la guerra fría- podrían estar en peligro", manifestaron los senadores en su carta del 14 de marzo.

Pero Clinton previno que su gobierno sólo iniciará conversaciones sobre Start III después de la ratificación de Start II por la cámara baja del parlamento ruso (Duma). Start II reduciría el número de cabezas nucleares estratégicas a no más de 3.500 en cada país para el año 2003.

Es justamente en la Duma donde existe la mayor oposición a los planes de expansión de la OTAN, considerados como una amenaza sin precedentes a la seguridad rusa a largo plazo.

Kakonen destacó que las armas nucleares son actualmente la única parte significativa del poder militar de Rusia, ya que el resto de sus fuerzas están paralizadas por la falta de fondos, un mantenimiento inadecuado y la baja moral reinante entre sus hombres.

"Las armas atómicas constituyen la única dimensión mundial de la defensa de Rusia y el único factor que le permite continuar siendo una superpotencia", afirmó el analista.

"Podría pasar que Moscú repliegue sus misiles y acelere su armamento nuclear. Una razón lógica para ello es que las armas atómicas son relativamente baratas en comparación con los sistemas de armamento más modernos", agregó.

En Helsinki, Clinton tiene varias cartas para jugar, entre ellas el recorte realizado a las fuerzas de la OTAN y a casi todos sus misiles nucleares de corto alcance estacionados en Europa.

Se prevé que los planes de reducción unilateral de los misiles de largo alcance desplegados se revelarán este viernes, pero Estados Unidos ya anticipó en reiteradas ocasiones que no proyecta trasladar armas nucleares a repúblicas ex soviéticas. (FIN/IPS/tra-en/ms/ia/mom/rj/aq-ml/ip/97

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