La ONU y los organismos de ayuda ya no están capacitados para enfrentar el nuevo tipo de conflictos que surgen en el mundo, y se hace necesaria una intervención militar más activa, afirmó Tommy Koh, quien presidió la conferencia sobre operaciones de paz de Naciones Unidas.
La conferencia, realizada la última semana de febrero, analizó las razones del fracaso de las operaciones de paz en Somalia, Ruanda, Liberia y la ex Yugoslavia.
El fin de la guerra fría, sostuvo el diplomático, originario de Singapur, cambió la naturaleza de los conflictos mundiales, y la mediación tradicional de la ONU entre dos grupos opuestos ya no corresponde.
Para pacificar a los países destrozados por el caos, se vuelve necesaria una intervención militar más activa, añadió, y recordó que en los últimos cinco años "nos enfrentamos a situaciones donde el Estado se derrumbó. No hay una autoridad central que se pueda identificar y los combates se dan entre tribus".
En situaciones tan complejas, la solución militar se vuelve inevitable para proteger a los voluntarios de manera que puedan acceder a los ciudadanos en peligro, sentenció Koh.
Sin embargo, este tipo de situación no conforma a instituciones humanitarias como la Cruz Roja, que tiene un mandato de neutralidad e imparcialidad.
La muerte de cinco enfermeras de la Cruz Roja en Chechenia y el asesinato de médicos misioneros en Ruanda cuestionan cuál debería ser la relación entre los esfuerzos humanitarios y las operaciones de paz.
La cuestión resurgió después que la Cruz Roja solicitó protección militar en Somalia para sus transportes de alimentos y medicinas.
"Esa instancia nos enseñó que tiene graves consecuencias a largo plazo. La acción humanitaria perdería su neutralidad e imparcialidad", sostuvo el presidente de la Cruz Roja, Cornelio Sommaruga.
En los cuatro casos de intervención analizados en la reunión internacional, el Estado se había derrumbado, la autoridad no se podía determinar, y los combatientes se oponían a la intervención de la comunidad internacional.
Somalia se disgregó en facciones de bandas armadas. Cuando Estados Unidos envió tropas y otros organismos de ayuda le siguieron, las bandas los atacaron y fue imposible brindar asistencia a los refugiados.
En Ruanda, después del asesinato del presidente, cientos de miles de miembros de la minoría tutsi fueron asesinados por bandas de hutus. El ejército controlado por los tutsis derrocó luego al gobierno controlado por los hutus.
Varios grupos armados libran una guerra civil desde hace años en Liberia.
En el caso de la ex Yugoslavia, todas las facciones del conflicto en Bosnia dispararon contra los soldados de la ONU y los trabajadores humanitarios. Está vigente en tanto un frágil acuerdo de paz entre serbios, musulmanes y croatas.
La conferencia discutió tres modelos para mejorar las operaciones de paz.
El modelo de la "integración" propone un equilibrio integral de las soluciones militares y humanitarias.
El de la "asociación" reclama una mayor autonomía para los organismos humanitarios pero con intervención militar si es necesaria.
En el modelo de la "independencia", el esfuerzo humanitario está separado de las operaciones de paz y los organismos pueden brindar asistencia tanto a los agresores como a las víctimas del conflicto.
"Las operaciones de paz deben responder a un enfoque integral que combine el componente militar y el civil", expresó el embajador de Japón ante la ONU, Hisashi Owada.
"La ONU está tomando partido en relación a las operaciones de paz. Es su deber tomar partido por las víctimas contra los agresores", inddicó por su parte Marcel Boisard, director del Instituto de la ONU de Capacitación e Investigación.
Owada explicó que la acción humanitaria es parte de las operaciones de paz. Cuando la paz se rompe, las operaciones de paz la restauran con un cese del fuego.
Las tropas de la ONU mantienen la paz, y sólo cuando se obtenga la pacificación total los organismos humanitarios podrán rehabilitar la vida de la gente, añadió.
Koh puntualizó que las operaciones de paz están afectadas por problemas de presupuesto y la ausencia de un mandato claro del Consejo de Seguridad de la ONU.
"Cuando el Consejo decide autorizar las operaciones de paz, su mandato debe ser claro. Uno de los problemas que hallamos en los cuatro países fue que el mandato era ambiguo".
En el caso de Bosnia, sostuvo que las operaciones de paz no tuvieron apoyo logístico para realizar sus funciones. (FIN/IPS/tra-en/cp/ral/aq-jc/ip/97