El estado mexicano de Chiapas vive desde la aparición de la guerrilla zapatista, a inicios de 1994, "una escandalosa militarización, el surgimiento de grupos paramilitares, persecuciones, encarcelamientos y asesinatos", señala un informe de agrupaciones no gubernamentales.
Las contradicciones políticas y religiosas en Chiapas se agudizaron a niveles preocupantes debido "a la guerra de baja intensidad y de contrainsurgencia", indica el documento de la Comisión de Apoyo a la Unidad y Reconciliación Comunitaria (Caurc), difundido este lunes.
Según el Caurc, integrado por la Comisión Nacional de Intermediación, Alianza Cívica, la Red de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todos y la diócesis de San Cristóbal, el conflicto de Chiapas deterioró "hondamente el tejido social" en muchas comunidades indígenas.
Las tareas de reconciliación enfrentan "grandes dificultades" debido a la resistencia de las personas a la tolerancia y la pluralidad, la militarización y a la presencia de gran variedad de intereses, añade el Caurc, organismo creado hace seis meses.
A nivel individual, los miembros del nuevo organismo, sostienen que desde la suspensión en septiembre del diálogo de paz entre la guerrilla y el gobierno del presidente Ernesto Zedillo los problemas de Chiapas van en aumento junto a la presencia de los militares.
Desde hace varias semanas los mediadores del Congreso buscan que se reinicien las negociaciones, pero las diferencias entre las partes respecto a un proyecto de ley sobre derechos indígenas se mantienen y el diálogo aún se proyecta lejano.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional acusa al gobierno de preparar un ataque militar, mientras el equipo del presidente Ernesto Zedillo promete que seguirá buscando vías pacíficas para solucionar el conflicto. (FIN/IPS/dc/dg/ip/97)
