Los avances en el desarrollo sustentable fueron menores que lo esperado, pero la conciencia mundial sobre los problemas ambientales creció de forma considerable, resumió hoy el presidente Fernando Henrique Cardoso al hablar en el Foro "Rio más cinco".
"Caminamos menos de lo que deseábamos, pero no por falta de decisión y voluntad. Faltó la decantación de una nueva práctica", dijo el mandatario brasileño en su discurso como invitado de honor al encuentro de organizaciones no gubernamentales (ONG) de todo el mundo.
Los procesos son lentos, a veces no hay condiciones prácticas para poner fin a tragedias, como el caso brasileño de los bosques incendiados o la explotación incontrolada de madera, ejemplificó el presidente. "La eficacia no depende sólo de la conciencia y la voluntad, sino también de formas organizacionales", explicó.
Cardoso recordó que en la primera Cumbre Mundial sobre Medio Ambiente, en 1972 en Estocolmo, el gobierno brasileño "bendecía la contaminación", identificándola con la industrialización, el progreso y la riqueza. "Hoy nadie se atrevería a decir tal disparate", agregó.
Su discurso a los cerca de 500 ambientalistas y representantes de gobiernos y organismos internacionales hizo recordar también su antigua condición de profesor universitario, destacando que el desarrollo tore.prg revela claramente su "dualidad", como fenómeno local y planetario.
La interrelación entre "la dimensión cotidiana, inmediata, y la universal" se hace indispensable al pensamiento, a la consideración de las cuestiones ambientales y también de la política, observó Cardoso.
"No habrá desarrollo sustentable, en su dimensión social o ambiental, sin democracia", afirmó, añadiendo que por sociedad democrática entiende no sólo la forma de renovación política, de elección de autoridades, sino también la concertación entre la sociedad y el gobierno.
Comentó que prefiere por eso, la expresión "neogubernamental" para definir a las ONG, sin un sentido de absorción por el Estado, sino para aclarar su función de sugerir políticas públicas y participar en las decisiones.
Si una parte piensa poder vivir sin la otra se genera una "dialéctica perversa", contribuyendo a que el desarrollo sustentable permanezca sólo como "un concepto que no se convierte en práctica".
Concluyó señalando que nada se hará sin financiamiento y que para eso hay que adoptar la regla de "quien contamina paga", además de una coacción moral a los contaminantes. (FIN/IPS/mo/dg/en/97