Cuba dará un paso más en el proceso de apertura externa de su economía cuando, a más tardar en abril, entregue las primeras cuatro concesiones para la apertura de zonas francas.
Ibrahim Ferradaz, ministro cubano para la Inversión Extranjera y la Colaboración Económica, dijo que las primeras autorizaciones podrían hacerse efectivas el mes próximo tras una dilación atribuída a los estudios sobre impacto ambiental y urbanístico.
Por su parte, fuentes empresariales aseguraron que la respuesta oficial a por lo menos dos de las solicitudes para el establecimientode zonas francas y parques industriales podrían ser entregadas antes que finalice este mes.
Havana in Bond, una empresa cubana fundado en 1992 al este de la capital, podría convertirse el día 31 en la primera zona franca industrial, comercial y de servicios del país caribeño.
"Havana in Bond brinda un servicio muy completo para todos los empresarios y para desarrollar el comercio", dijo Víctor Peña, gerente general de la empresa, al canal estatal de televisión CH- TV.
El funcionario apuntó que el paso a la categoría de zona franca está avalado por los servicios que brinda su empresa y que incluyen servicios bancarios, empresas transportistas, agentes aduanales y medios de izaje.
Más de 60 firmas operan en estos momentos en Habana in Bond, que tendrá que incrementar su capacidad de almacenamiento para satisfacer otras 119 solicitudes y acoger a 20 operadores industriales interesados en operar en ella.
El Consejo de Estado de Cuba aprobó en junio del pasado año el Decreto-Ley 165 que regula la creación de zonas francas y parques industriales como una vía atractiva para atraer capitales foráneos.
El documento forma parte de cuerpos legales destinados a garantizar la apertura externa de la economía cubana y que tuvo su principal antecedente en la Ley para la Inversión Extranjera de septiembre de 1995.
La ley cubana define la zona franca como un espacio dentro del territorio nacional, sin población residente, de libre importación y exportación y en el que se realizan actividades comerciales, industriales, agropecuarias, tecnológicas y de servicios, con aplicación de un régimen especial.
Reconoce que en dichas áreas los inversionistas gozarán de facilidades de carácter aduanero, bancario, tributario, laboral, migratorio, de orden público, de inversión de capitales y de comercio exterior.
Los inversionistas gozarán de una exención tributaria por 12 años que incluirá todos los aranceles y demás derechos recaudables por las aduanas y del pago de impuestos por las utilidades y la utilización de fuerza de trabajo.
Según reveló el ministro de Inversión Extranjera y Colaboración Económica, entre las solicitudes que pueden hacerse efectivas aparecen tres de la empresa cubana Almacenes Universales.
"Hay varias firmas interesadas en operar en nuestra futura zona franca. Una de las primeras en radicarse deberá ser la inglesa Eurolatina que tendrá una fábrica de refrescos", dijo a CH-TV Miguel Teruel, gerente general de Almacenes Universales.
Un estudio realizado en octubre de 1996 por la corporación cubana CIMEX asegura que mundialmente el número de zonas francas y parques industriales creció de alrededor de 130 en 1970 a más de 2.500 en 1996.
La contribución neta a la nación anfitriona de las zonas francas comerciales se calcula entre seis y siete por ciento del valor bruto de las exportaciones, mientras que la de los parques industriales alcanza entre 20 y 30 por ciento.
Los expertos del CIMEX aseguran que hace cinco años las zonas francas generaron más de 2,3 millones de empleos directos, 43,6 por ciento de los cuales se concentró en América Latina y el Caribe, donde en 1992 se registraban 98 áreas de este tipo.
Fuentes gubernamentales aseguran que con la promoción de estos territorios especiales, Cuba pretende incrementar y diversificar las importaciones y exportaciones, capacitar la fuerza laboral, captar tecnologías, crear fuentes de empleos y establecer vínculos con las empresas nacionales.
Directivos de Almacenes Universales y de Havana in Bond esperan que se incremente la presencia de inversionistas extranjeros en la isla una vez que empiecen a funcionar las primeras áreas con el régimen especial de zona franca.
Cuba tiene más de 260 asociaciones económicas con capital extranjero, 17 por ciento de las cuales fueron acordadas después de la entrada en vigor de la ley estadounidense Helms-Burton en marzo del pasado año, según fuentes del ministerio cubano de Economía y Planificación.
Ricardo Cabrisas, ministro de Comercio Exterior, reveló que en 1996 el intercambio comercial cubano creció 22 por ciento. "Si en 1995 el país comerció con 11 naciones, un año después esa cifra ascendió a 132", afirmó.
Autoridades y expertos coinciden en que la legislación estadounidense, que endurece las condiciones del bloqueo, afecta la economía cubana pero no detiene el proceso de inversión extranjera en la isla. (FIN/IPS/da/dg/if/97