Los actores de las conversaciones entre Corea del Norte, Corea del Sur y Estados Unidos, realizadas en esta ciudad norteamericana, concuerdan: el logro más importante es que la negociación se haya realizado.
No obstante, diplomáticos y expertos difieren sobre la importancia que las conversaciones del miércoles tuvieron para terminar con la falta de relaciones entre las dos Coreas después de la guerra de 1950-53.
"El proceso continúa, pero se avanza lentamente y no esperaría resultados inmediatos", afirma Leonard Spector, del Carnegie Endowment, un instituto de investigación de Washington. Históricamente, la diplomacia de Corea del Norte "da un paso hacia adelante, medio paso atrás y uno al costado", agregó.
Pero los participantes están optimistas porque por primera vez, funcionarios de las dos Coreas se reúnen bajo sus propias condiciones, aunque con la presencia de Estados Unidos.
"Creo que las tres delegaciones tienen actitudes similares de seriedad", expresó un funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos. "Las tres son conscientes de la oportunidad histórica que tenemos".
El ambiente fue cordial durante las seis horas de negociación encabezadas por el viceministro norcoreano Kim Gye Gwon, su colega de Corea del Sur, Song Yong Shik, y el subsecretario de Estado estadounidense Charles Kartman.
Se destacó la falta del habitual intercambio de improperios entre el régimen de Seúl apoyado por Estados Unidos y el régimen de Pyongyang apoyado por China.
Sin embargo, las conversaciones no arribaron a un acuerdo sobre una conferencia futura entre los tres países y China, que podría ser la base para reemplazar el armisticio de 1953 con un acuerdo de paz.
"Tenemos que analizar la propuesta en mayor profundidad", expresó Kim luego de las conversaciones.
"Como tengo plena fe en la validez de nuestra propuesta, creo que Pyongyang lo percibirá inmediatamente y la aceptará", dijo el funcionario estadounidense.
Agregó que no esperaba una respuesta de Pyongyang en los próximos días, aunque las autoridades de Corea del Norte y de Estados Unidos mantienen negociaciones bilaterales para establecer oficinas de enlace en cada país.
Selig Harrison, analista del Centro para Académicos Woodrow Wilson de Washington, estima que las negociaciones bilaterales podrían ser más importantes que las del miércoles. La reunión tripartita fue valiosa porque "Estados Unidos necesitaba anunciar que el Norte y el Sur estaban dialogando".
Luego de la reunión obligatoria entre las dos facciones, agregó, Pyongyang y Washington pueden discutir otros temas pendientes desde que Corea del Norte decidió congelar su programa nuclear en 1994.
El acuerdo de 1994, considerado un gran avance en el relacionamiento entre las dos naciones después de la guerra fría, obligó a las partes a normalizar sus relaciones económicas, incluyendo el levantamiento de las sanciones comerciales de Estados Unidos.
Pero Estados Unidos todavía prohíbe el comercio con Corea del Norte, sostuvo Harrison.
El gobierno de Pyongyang también tiene otras preocupaciones debido a la drástica escasez de alimentos. Según Spector, las sanciones estadounidenses no permiten que aviones comerciales de Estados Unidos sobrevuelen el espacio aéreo de Corea del Norte.
Spector afirma que Washington indicó que la venta de granos podría avanzar. Corea del Norte solicitó asistencia alimentaria al Programa de Alimentación Mundial luego de varios años de malas cosechas y grandes inundaciones. Estados Unidos también aportó 10 millones para la ayuda a Pyongyang.
Las autoridades estadounidenses anunciaron el miércoles que el Pentágono prevé suspender los ejercicios militares anuales realizados junto a las tropas de Corea del Sur, vistos como una provocación por parte de Pyongyang que advirtió que podría tomar represalias militares.
Corea del Norte también estaría dispuesta a negociar con su rival de la guerra fría. En enero, Pyongyang se excusó por un incidente no aclarado cuando un submarino norcoreano encalló en Corea del Sur, y varios soldados del norte murieron en tiroteos con las tropas del sur.
El gobierno del norte ya no demuestra resentimiento por la deserción de su ideólogo Hwang Jang Yop, quien desarrolló la filosofía nacionalista de independencia pero ahora critica al gobierno encabezado por Kim Jong Il.
"Las dos partes tratan de demostrar que quieren negociar", sostuvo Spector. El tiempo dirá si ello significa una mejoría en las relaciones o simplemente otra etapa en la cambiante relación entre las dos naciones, agregó. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/aq-jc/ip/97