El Partido Comunista de Colombia pidió hoy al gobierno garantías para su actividad política, tras el asesinato de un dirigente sindical de esa colectividad.
Carlos Garzón, secretario general de la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (Fensuagro), fue asesinado este viernes en la sede sindical, localizada en un sector céntrico de Bogotá.
La solicitud de garantías fue hecha por el subsecretario general del Partido Comunista, Carlos Lozano, al ministro del Interior, Horacio Serpa, y al fiscal general, Alfonso Valdivieso.
El dirigente sindical había recibido amenazas de muerte desde su participación en las protesta que realizaron en el segundo semestre de 1996 los campesinos cultivadores de coca del sur de Colombia, indicó Lozano.
En esa oportunidad, los campesinos pidieron al gobierno la sustitución de los planes de erradicación de cultivos ilícitos por planes integrales de desarrollo.
Garzón "era el portavoz de más de 100.000 campesinos a los que el gobierno les había prometido apoyo para la sustitución de los cultivos ilícitos y no les cumplió", dijo Lozano.
El dirigente comunista aseguró que el asesinato de Garzón forma parte de la "guerra sucia" desatada contra su partido y la Unión Patriótica, que ha dejado al menos 3.000 muertos en los últimos 10 años.
Las víctimas de los asesinatos, atribuido por las dos organizaciones a grupos paramilitares de derecha, han sido dirigentes políticos y sindicales, y activistas de movimientos sociales acusados de colaborar con la guerrilla.
Según estudios oficiales, entre 13 y 15 por ciento de los 28.000 asesinatos que se registran en promedio anualmente en Colombia es por motivos políticos.
Lozano informó que a causa de este "genocidio político", el Partido Comunista presentará una demanda contra el Estado colombiano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de los Estados Americanos. (FIN/IPS/yf/ag/ip- hd/97
