La campaña electoral que culminará en 1998 con la elección de un nuevo presidente de Colombia comenzó tempranamente, a la sombra de la crisis política y con la ausencia de quienes se supone serán sus mayores protagonistas.
A 17 meses del cambio presidencial, cuatro aspirantes ya manifestaron interés en ser candidatos. Pero los dos a quienes las encuestas dan más chances, el fiscal Alfonso Vandievieso y el ministro del Interior, Horacio Serpa, aún no se han definido.
El primero en lanzarse a la batalla electoral fue el ex embajador ante Estados Unidos, Carlos Lleras, quien insinuó su interés en ser candidato en una columna publicada por el diario El Tiempo, el de mayor circulación nacional, y lo ratificó posteriormente en declaraciones a varias radioemisoras.
El anuncio de Lleras, del gobernante Partido Liberal, pasó sin embargo inadvertido, porque se produjo en la última semana de febrero, cuando la atención estaba centrada en la inminente descalificación de Estados Unidos a la lucha antinarcóticos de Colombia.
Lleras fue embajador del gobierno de Samper hasta marzo de 1995 y aunque no se ha proclamado "antisamperista", renunció al cargo en marzo de 1996 después que Colombia fue "descertificada" por Washington en su lucha antidrogas.
Otro de los candidatos es el ex ministro Juan Santos, también del Partido Liberal, quien para descartar versiones de que se presentaría como candidato a la alcaldía de Bogotá afirmó que va a las elecciones de 1998 apostándole al "premio mayor".
Santos ocupó el Ministerio de Comercio Exterior durante la presidencia de César Gaviria (1990-1994) y se alineó en las filas del "antisamperismo" en la crisis desatada tras las denuncias de apoyo del narcotráfico a la campaña electoral de Samper.
También proviene de las filas del "antisamperismo", la única mujer que se ha postulado hasta el momento, la ex ministra de Relaciones Exteriores Nohemí Sanín.
Sanín anunció su pretensión de ser candidata el 1 de marzo en Tokio, durante un discurso promunciado ante medio centenar de líderes empresariales.
"Quiero ser presidenta de Colombia y estoy segura que reúno todas las condiciones para conseguirlo", dijo Sanín, quien fue embajadora de Colombia ante Gran Bretaña en los inicios de la administración de Samper y renunció al cargo el año pasado en medio de la crisis.
La ex ministra anunció que no será candidata por el opositor Partido Conservador, al que pertenece, sino que liderará "un movimiento multipartidista que saque a Colombia de la crisis institucional" que afronta.
Argumentó que ni el PL ni el PC solos serán capaces de sacar al país de la crisis, por lo que es "necesaria la unión en un propósito nacional".
Otro "antisamperista" que anunció su candidatura fue el senador conservador Juan Restrepo, quien manifestó que lo hace con el propósito de presentar en el debate que se inicia "una alternativa diferente, limpia y distante de la clase política".
Con diferentes matices, Santos, Sanín y Restrepo identifican a Samper como responsable de la actual crisis institucional.
En opinión del ex canciller Rodrigo Pardo, los cuatro se proclaman transformadores de las costumbres políticas, "son modernos y no quieren el apoyo de sus partidos y mucho menos el de la clase política".
De los cuatro, la que parece perfilarse mejor en su campaña es Sanín, a quien su equipo de asesores le ha definido un perfil que pone énfasis en la búsqueda de soluciones al problema de la violencia, un tema al que son sensibles todos los colombianos.
La polarización entre "samperistas" y "antisamperistas" que dejó la crisis institucional se ha prolongado también al "juego de los grandes", como define Pardo la contienda entre Serpa y Valdivieso, que aún no han anunciado si serán candidatos "posiblemente para no desgastarse".
Valdivieso cuenta con los más altos índices de popularidad en el medio país "antisamperista" por haber conducido el llamado "Proceso 8.000", que destapó la infiltración del narcotraficante Cartel de Cali en la política colombiana.
Serpa, denominado en algunos sectores políticos como "el escudero" de Samper por su fidelidad al mandatario y las controvertidas posiciones que ha asumido frente a Estados Unidos para defenderlo, hace contrapeso a Valdivieso con esa otra mitad del país "samperista".
Si deciden postularse, Serpa y Valdivieso deberán renunciar a sus cargos antes de junio para poder ser candidatos a la presidencia. La incertidumbre podría prolongarse por lo tanto hasta ese mes.
En opinión de Pardo, a diferencia de otros años, el terreno de las elecciones para 1998 está "abonado para las sorpresas". (FIN/IPS/yf/jc/ip/97