BOLIVIA: La democracia de género, una meta a punto de cumplirse

El movimiento de mujeres está a punto de alcanzar una victoria política sin precedentes en Bolivia, con la obtención de una cuota de 30 por ciento en las listas de los partidos al parlamento, para las elecciones de junio próximo.

La iniciativa de exigir el 30 por ciento de cuotas de poder parlamentario para las mujeres surgió del Foro Político de Mujeres, integrado por las pocas representantes en el parlamento o en funciones de gobierno.

A esa exigencias se adhirieron rápidamente varias organizaciones de mujeres que desde hace varios años venían pidiendo una participación activa en la política.

La presencia de mujeres en el parlamento boliviano no llega a 10 por ciento, pero desde agosto será entre 25 y 30 por ciento, de acuerdo a la nueva Ley Electoral que será reformada este mes.

La nueva Ley incorporará la obligatoriedad de tener listas para senadores y para diputados plurinominales con al menos 30 por ciento de candidatas mujeres en las llamadas "franjas de seguridad" de los partidos (los primeros puestos, de elección segura).

La mayoría de los partidos con representación parlamentaria se comprometieron a aprobar esa modificación, que regirá para los 27 escaños del Senado y los 62 de la Cámara de Diputados elegidos por listas plurinominales, que acompañan automáticamente el voto para Presidente de la República.

En el caso de los restantes 68 escaños de la Cámara, resultado de elecciones uninominales, no regirá esta obligación.

El 6 de agosto próximo, cuando tome posesión el sucesor del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y asuman los nuevos legisladores, en teoría al menos 27 de las 157 curules del parlamento estarán ocupadas por mujeres.

Pero en los hechos el número de mujeres en el parlamento podría superar el 25 por ciento del total, considerando que los partidos también incluirán mujeres como candidatas a las diputaciones uninominales.

La imposición por ley de esta conquista no termina de agradar por completo a las propias mujeres.

"No quedaba otro camino. Ha sido a través de modalidades de discriminación positiva que otras naciones del continente y del mundo han logrado institucionalizar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres", dijo la periodista Ana María Romero.

Esta "discriminación positiva" para que la mitad de la población boliviana esté debidamente representada, deberá cesar automáticamente cuando se alcancen los objetivos de igualdad de oportunidades y de trato entre hombres y mujeres, agregó.

Para la dirigente feminista Sonia Montaño, el sistema de cuotas no sólo contribuirá a una mayor representación de la mujer, sino que devolverá a los partidos políticos salud democrática, frescura programática y "buenos modales".

"Una de las cosas que más salud puede inyectar a los partidos políticos es la inclusión equitativa y democrática de las mujeres. No porque seamos más buenas, ni más puras ni más amables, sino porque somos la mitad de la población que produce, crea y construye este malogrado país", dijo Montaño.

Lidia Gueiler, la única mujer que ocupó la Presidencia de la República en Bolivia, destacó esta conquista pero advirtió que la participación de la mujer no sólo es cuestión de cantidad.

"Las (mujeres) que asumen el compromiso político deben estar conscientes de que los cambios no sobrevienen de la noche a la mañana y que la sociedad espera mucho de ellas", afirmó Gueiler en una entrevista con el diario La Razón de La Paz.

Gueiler, quien está retirada de la actividad política, fue elegida presidenta por el parlamento en 1979, en una etapa dominada por las dictaduras militares, y fue derrocada por el sangriento golpe militar de Luis García Meza, ex dictador ahora encarcelado y condenado a 30 años de prisión. (FIN/IPS/jcr/ag/ip- pr/97

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