AMERICA CENTRAL: La paz plantea nuevas tareas a la sociedad civil

La firma de los acuerdos de paz en Guatemala plantea a la sociedad civil en toda América Central el papel de fortalecer la democracia y la gobernabilidad.

La experiencia de la Asamblea de la Sociedad Civil de Guatemala en la negociación y la firma de los acuerdos de paz, sin duda llamó la atención de sus pares en la región, limitadas hasta ahora en las tradicionales acciones de denuncia y protesta.

Los guatemaltecos lograron aglutinar a más de 300 organizaciones civiles que elaboraron una propuesta de trabajo sobre los principales obstáculos para la paz.

Su planteamiento se centró en el reasentamiento de la población, la situación de los indígenas, el problema agrario, el fortalecimiento del poder civil y las reformas electorales.

Carmen Rosa De León, integrante del Comité de Dirección de la Asamblea de la Sociedad Civil de Guatemala, dijo que los acuerdos de paz acogieron 80 por ciento de esas propuestas.

"Creemos que ha sido el mayor avance que en años hemos tenido los civiles" en Guatemala, afirmó De León, quien añadió que la Asamblea está trabajando en la definición de "un nuevo proyecto de país, desde las bases".

La activista guatemalteca, que estuvo este mes en Honduras para hablar de esa experiencia, dijo que una vez firmada la paz, "el desafío de los civiles es mantenerla y desmilitarizar la sociedad".

"No es una tarea fácil, partiendo que en 30 años de guerra tenemos un tejido social sumamente alterado, pues venimos de un Estado represor, centralizador y excluyente", manifestó.

En su opinión, lo más difícil para la sociedad civil guatemalteca fue aprender a dialogar entre sí, manejar los consensos y los disensos.

En el caso de Honduras, la debilidad de la sociedad civil se manifiesta en no lograr un mecanismo único de expresión.

Marco Orlando Iriarte, integrante del Consejo Nacional de Convergencia (Conacon) de Honduras, atribuyó la falta de cohesión entre los habitantes de su país a la ausencia de liderazgo y credibilidad.

Según las últimas encuestas, 70 por ciento de los 5,5 millones de hondureños no muestra interés por los problemas políticos y "sufren de un aburrimiento que es muy peligroso", apuntó.

"Sólo el cuatro por ciento de la población cree en los políticos. Esta situación también abarca a los sindicatos y organismos gremiales, lo que debe llamarnos a una reflexión crítica del papel que estamos jugando", añadió.

Iriarte subrayó que esta situación es similar en el resto de los países centroamericanos.

Los asistentes a la reunión, organizada por la Fundación Friederich Ebert, vinculada a la socialdemocracia alemana, la sociedad civil centroamericana debe prepararse para fortalecer los canales de participación, insertarse en los nuevos espacios políticos y luchar por recuperar la credibilidad perdida.

En el caso que en El Salvador, se indicó que la sociedad civil está prácticamente marginada de la marcha de los acuerdos de paz y se vive un clima de permanente polarización que puede trastocar la gobernabilidad. (FIN/IPS/tm/ag/ip/97

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