/AMBIENTE/BRASIL: Reservas forestales bajo concesión alarman a ecologistas

Un proyecto de concesión de reservas forestales en estudio por el Ministerio de Medio Ambiente, que contempla la entrega a empresas privadas de más de 14 millones de hectareas de la selva amazónica, alarma a los ambientalistas de Brasil

El nombre con el cual la prensa bautizó el proyecto, "privatización de bosques", provoca la indignación de la secretaria ejecutiva del Ministerio, Aspasia Camargo.

"Protesto por la palabra privatización, porque en realidad es todo lo contrario. Se trata de estatización de las tierras forestales, en la medida en que lo que pretendemos es ampliar la cantidad de tierras controladas por el Estado para una explotación más racional", aclaró en entrevista con IPS.

La funcionaria, involucrada con cuestiones ambientalistas desde 1960, cuando estudiaba en la universidad de la Sorbona en París, dice que el "drama" que vive Brasil es el de ser un país abundante en madera en medio de un contexto mundial donde ese bien escasea.

Sólo en 150 millones de kilómetros cuadrados del Amazonas hay por lo menos 4.500 millones de metros cúbicos de madera bruta con un valor promedio de 50 a 70 dólares el metro.

"Para valorar un bien que es escaso tenemos que producirlo y la manera es que el Estado controle más tierras para poder justamente determinar las reglas de su utilización racional", señaló Camargo.

El objetivo del proyecto, que todavía no ha sido presentado de manera oficial, produce desconfianza en Fernando Gabeira, diputado federal del Partido Verde. "Si Brasil hoy no controla siquiera los bosques que no están bajo concesión, ¿cómo controlará las que lo estén ?", cuestionó.

A partir de informaciones de la prensa estadounidense, los brasileños se enteraron de que empresas madereras del sureste asiático, provenientes de Malasia, Vietnam, Camboya, Tailandia e Indonesia, compraron 4,5 millones de hectareas amazónicas en los últimos meses.

"Nosotros ya formamos una comisión de investigación en el Congreso y el gobierno todavía ni sabe cuáles y cuántas son las áreas compradas por las madereras asiáticas, denunció Gabeira.

Para la Asociación Brasileña de Defensa Ecológica el temor tiene fundamentos soberanos. "Vamos a terminar pagando a otros países por un producto nuestro, como un medicamento extraído de una planta medicinal del Amazonas", señaló una vocera de ese grupo.

"Esa cuestión de la entrega de la soberanía nacional ya se convirtió en una cosa obsesiva", retrucó la secretaria de Medio Ambiente.

"Simplemente pretendemos aumentar el stock de tierras públicas, como se hizo en Estados Unidos y Canadá desde el siglo pasado", indicó.

"Con el control del Estado sobre las tierras es posible establecer una forma mucho más eficiente y controlada de un manejo sustentable, de explotación y por supuesto de reforestación", agregó.

Camargo subrayó que las áreas entegadas a manos privadas serán previamente escogidas entre las que son pausibles de explotación de madera. Los llamados "corredores biológicos", donde la enorme biodiversidad existente impide un control sustentable, serán excluidos.

"Para entender la naturaleza misma de nuestra política forestal global es necesario entender que tenemos de un lado a una política de estímulo a la producción de árboles para uso industrial y energético y por otro una política de protección de la biodiversidad", enfatizó.

Los últimos estudios satelitales revelaron que la tasa de deforestación del Amazonas – que comprende casi la mitad del territorio brasileño – pasó de 11.000 kilómetros cuadrados en 1991 a casi 15.000 en 1994.

Según el Ministerio de Medio Ambiente la deforestación se produce justamente porque el Estado no controla la cantidad necesaria de áreas boscosas.

En ese sentido, Camargo dice estar convencida de que el gran obstáculo para la protección es mucho más la expansión agropecuaria que la explotación de madera.

"Pretendemos que Brasil se convierta en un explotador de su madera y muchas veces nos parece que países que tienen grandes intereses en explotar madera y venderla en el mercado no quieren que haya competidores en esa área", sostuvo.

Camargo coordinará la participación del gobierno brasileño en el encuentro "Río más cinco", entre los días 13 y 19 en Río de Janeiro, cuando organizaciones no gubernamentales de 80 países evaluarán el cumplimiento de los acuerdos firmados en la Cumbre Mundial de Medio Ambiente de 1992.

El proyecto de concesión forestal, una vez concluída su elaboración, será expuesto a consideración de la sociedad organizada y productores de madera, anunció Camargo.

"No pretendemos de ninguna manera imponerlo de forma improvisada o irresponsable. Creemos que el debate público en este caso es muy importante, porque es la primera vez que Brasil tiene una política de bosques y no apenas una política regulatoria", concluyó. (FIN/IPS/ff/dg/en/97)

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