AMBIENTE: Matan bisontes con permiso judicial en Estados Unidos

Roy Hoski y William Hill conducían por la carretera 287, a unos 32 kilómetros del extremo noroccidental del Parque Yellowstone, en Estados Unidos, cuando vieron a cinco bisontes escarvando la nieve en busca de forraje.

Los dos jubilados de Butte, Montana, se bajaron del auto para tomar fotografías, pero pronto llegó un camión de la División de Pesca, Fauna y Parques de Montana, dos hombres se apearon con rifles de largo alcance, apuntaron y dispararon a los bisontes.

Lo que Hoski y Hill presenciaron se ha transformado en una escena tristemente común este invierno en el extremo norte del Parque Nacional Yellowstone. Hasta ahora, cerca de 900 bisontes fueron muertos o capturados y luego llevados a mataderos por agentes federales y estaduales.

Casi un tercio de la población total de bisontes de Yellowstone fue exterminada desde enero, y cientos más de estos animales podrían perecer antes del deshielo, en junio.

La matanza comenzó a causa de un juicio iniciado por el Estado de Montana y la Iglesia Universal y Triunfante, cuya líder es Elizabeth Claire. La iglesia, que posee un gran arsenal de armas y explosivos, tiene una enorme hacienda ganadera adyacente al extremo norte del parque, cerca de Gardiner, Montana.

Los demandantes argumentaron que los bisontes que vagan fuera de Yellowstone pueden transmitir brucelosis al ganado vacuno, una enfermedad de origen bacteriana que puede causar abortos espontáneos.

Sin embargo, sólo un pequeño porcentaje de los bisontes de Yellowstone son portadores de la bacteria, y hasta la fecha no ha habido un sólo caso documentado de transmisión de brucelosis de bisontes a vacas a campo abierto.

Irónicamente, la brucelosis fue transmitida al bisonte en el siglo XIX por ganado vacuno europeo. Además, la mayoría de los mamíferos de las Rocosas del Norte, desde alces hasta ratones de campo, son portadores de la bacteria de la brucelosis.

Pese a todo esto, los demandantes tuvieron éxito. El objetivo del estado de Montana consiste en aumentar su control sobre la administración de Yellowstone, particularmente su fauna y sus actividades recreativas.

Como parte de su batalla ideológica con el parque federal, el estado de Montana, respaldado por intereses de la industria de la madera, la minería y la explotación ganadera, reclama el derecho no sólo a matar bisontes, sino también osos pardos y zorros grises que salgan de los límites de Yellowstone.

"Aun si se acepta el argumento de la amenaza de la brucelosis esgrimido por el estado de Montana, los cazadores sólo deberían matar bisontes hembras preñadas", ya que la enfermedad sólo se transmite por contacto con fetos abortados infectados o tejidos adyacentes, observó Steve Kelly, director del Consejo de Defensa del Ecosistema de Montana.

"Pero no es eso lo que sucede, sino que, por el contrario, matan a todo bisonte que esté fuera del parque", lamentó.

La razón por la que se matan bisontes machos y crías aun cuando no representan riesgo de transmisión de la brucelosis es que la Iglesia Universal y Triunfante alegó en su juicio que los bisontes errantes derriban sus alambrados.

El Parque Yellowstone está ubicado sobre una alta meseta, y en los meses más duros del invierno, cuando el parque está tapado por hasta seis metros de nieve, los alces y los bisontes descienden a tierras más llanas, como la actualmente ocupada por la hacienda de la Iglesia.

Yellowstone es el primer y mayor parque nacional de Estados Unidos. En realidad, se trata del único parque nacional donde domina la filosofía de la regulación natural.

Debido a las campañas de exterminación de bisontes durante la década de 1860, Yellowstone fue considerado el último santuario de los lanudos animales, que se convirtieron en símbolo del Servicio de Parques Nacionales y el Departamento del Interior.

Durante décadas, los guardabosques de Yellowstone vigilaban a caballo las fronteras del parque para proteger a los bisontes de cazadores furtivos.

"Yellowstone fue fundado sobre la idea de que debe haber ciertos lugares donde no haya interferencia alguna con los procesos naturales", señaló Jasper Carlton, director de la Fundación Legal de Biodiversidad, de Boulder, Colorado.

"La actual matanza de bisontes viola la principal directiva del parque", destacó el científico. (FIN/IPS/tra-en/jstc/ac/yjc/ml/en/97

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