PERU: ¿Cartas tapadas en la crisis de la embajada?

Las negociaciones para liberar a los rehenes en la embajada de Japón en la capital de Perú deberán remontar un clima de agresiva confrontación entre los dos protagonistas centrales: el presidente Alberto Fujimori y el líder guerrillero Néstor Cerpa.

A las cinco de la mañana de este martes, Cerpa, jefe del grupo insurgente atrincherado en la sede diplomática, hizo una serie de disparos al aire y lanzó una arenga que concluyó con el grito: "No nos rendimos, Patria o muerte, venceremos".

Los pájaros que dormían en los árboles de la sede diplomática levantaron vuelo, espantados por las detonaciones y los gritos amplificados por un megáfono electrónico.

Además de conmemorar así el décimo octavo aniversario de la toma de la fábrica textil Cromotex, Cerpa reiteró su exigencia al gobierno de Fujimori de poner en libertad a los 458 miembros del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) presos en distintas cárceles peruanas.

Fujimori regresó este martes a Lima después de conversar con el primer ministro de Japón, Ryutaro Hashimoto, en Toronto, Canadá, y el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, en Washington, y de reiterar públicamente que no acepta canjear rehenes por presos.

Hashimoto y Clinton respaldaron esa posición pero, al mismo tiempo, expresaron confianza en que Fujimori conseguirá liberar pacíficamente a los cautivos, entre quienes se encuentran el canciller de Perú, Francisco Tudela, y el embajador de Japón, Morihisa Aoki.

Pero salvo que tengan información reservada, no parecen tener base las expectativas favorables que expresan Hashimoto y Clinton sobre una liberación negociada y pacífica de rehenes, entre los que se cuentan diplomáticos, políticos, militares y empresarios peruanos y japoneses, y el embajador de Bolivia.

Tal vez haya una carta aún tapada en el juego entre Fujimori y Cerpa y en algun momento se sabra quien engaña: si el presidente cuando dice que no acepta el canje de rehenes por presos, o el líder guerrillero, quien insiste en que no habrá acuerdo si no se libera a los emerretistas presos.

Convertidos en fichas en ese juego tenso y arriesgado, aguardan el desenlace los 72 cautivos en la embajada y los 458 militantes del MRTA presos, entre quienes se encuentran sus dirigentes más importantes.

Fujimori y Cerpa ya no están solos en la mesa: Tokio dejó de mirar por encima del hombro del mandatario peruano y en Toronto pidió oficialmente cartas en el juego, y cedió a Clinton el puesto de espectador comprometido en favor de Fujimori.

Japón designó como su representante en la partida a su embajador en Mexico, Terusuke Terada, nuevo miembro de la Comisión de Garantes que debe facilitar que se concreten los acuerdos entre el gobierno de Perú y el MRTA.

Aunque nominalmente es sólo garante, Japón es jugador pleno en la partida: debe aportar la parte financiera del acuerdo pacífico si Cerpa sustituye su exigencia de libertad para sus compañeros presos por un jugoso rescate, o dar luz verde para liberar a los rehenes por la fuerza si las negociaciones fracasan.

Pero hay otros miembros en esa Comisión: el Vaticano, que designó representante al obispo Luis Cipriani, el gobierno de Canada, cuyo delegado es el embajador Anthony Vincent, y la Cruz Roja. Pero no tienen cartas en el asunto y sélo oficiarán de testigos, para dar fe de que los compromisos se cumplan.

El tema de la crisis de la embajada de Japón ha hecho impacto en la política interna peruana y aunque los partidos opositores mantienen todavía una conducta cautelosa, es evidente que el interés prioritario de Fujimori -ser reelecto por segunda vez consecutiva- depende del desenlace en la cuestión de los rehenes.

Las encuestas de opinión en Perú señalan una mayoría abrumadora en favor de una solución pacífica, pero esa misma mayoría opina también en contra de liberar a los emerretistas presos.

Guiado por intereses electorales, Fujimori está dispuesto a desoir los consejos de Tokio de acelerar las negociaciones haciendo concesiones políticas al MRTA, así como las presiones de sus "halcones" en las Fuerzas Armadas locales, dispuestos a intentar un rescate militar de los cautivos.

En círculos próximos al mandatario se estima que si bien no tendrá forma de impedir que el MRTA y Tokio lleguen a un acuerdo financiero, porque Japón es ahora miembro de la Comision de Garantes, tratará de desvincularse públicamente de un convenio de ese tipo. (FIN/IPS/al/ag/ip/97

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