Los pequeños estados del Pacífico sur pretenden apelar a una economía de subsistencia basada en el trueque, pero los países donantes, que dominan la cincuentenaria agencia de desarrollo de la región, no piensan lo mismo.
Los isleños continúan quejándose del control que ejercen Australia, Estados Unidos, Francia y Nueva Zelanda sobre la Comisión del Pacífico Sur (SPC), que este mes cumple 50 años.
Esta agencia fue fundada el 6 de febrero de 1947 por esos países, junto a Gran Bretaña y Holanda, que luego se retiraron de la organización, y tiene su sede en Nueva Caledonia, territorio de dominio francés.
Además de los fundadores, la SPC nuclea a Estados Federados de Micronesia, Fiji, Guam, islas Cook, Marianas del Norte, Marshall, Pitcairn y Salomón, Kiribati, Nauru, Niue, Nueva Caledonia, Palau, Papua-Nueva Guinea, Polinesia Francesa, Samoa Estadounidense, Samoa Occidental, Tokelau, Tonga, Tuvalu, Vanuatu, Wallis y Futuna.
La tendencia de los fundadores a esgrimir sus contribuciones para imponer sus posturas en la SPC se manifestó nuevamente el año pasado, cuando Canberra, que suministra la tercera parte del presupuesto, usó su influencia para que se designara a un australiano como secretario general.
Australia fue acusada de utilizar sus aportes como argumento para rechazar la candidatura del ex presidente de Vanuatu George Ati Sokomanu e imponer en el puesto a Bob Dunn, ex jefe de la Oficina Australiana de Asistencia Internacional al Desarrollo (AIDAB).
Las maniobras detrás de escena generaron un fuerte malestar entre los representantes de pequeños estados isleños. Desde entonces, Sokomanu se convirtió en un fuerte crítico de Australia y los países occidentales que utilizan la asistencia para determinar las prioridades de desarrollo de las islas.
El ex presidente de Vanuatu afirmó que la mayoría de los "países metropolitanos" consideran la SPC "su" organización, y por lo tanto impiden que los pequeños estados generen sus propios expertos para hacer el trabajo por sí mismos.
Los isleños han manifestado su preocupación por la cantidad de expertos extranjeros contratados por la SPC para desempeñarse en proyectos de desarrollo.
Esos técnicos, afirman, carecen de experiencia y comprensión de los sistemas de subsistencia de la región, esenciales para la supervivencia económica de los pequeños estados en una época de disminución de la asistencia externa.
"Solíamos apelar al trueque. Los habitantes de la costa capturaban pescado, mariscos y pulpo y lo cambiaban con los de las montañas por jabalíes, aves de caza y patatas. Así vivíamos. No sería muy costoso volver a ese sistema", explicó Sokomanu.
"Los isleños sabemos lo que es malo y es bueno, pero carecemos de cierto entrenamiento académico para convertirnos, por ejemplo, en 'expertos' en pesca. Por eso, tendemos a depender de extranjeros", agregó.
No se debe echar la culpa de todos los problemas de todo a los donantes, en su mayoría antiguas (y actuales) potencias coloniales, pues muchos en el Pacífico sur creen que "los europeos saben más que la gente de la región", admitió Sokomanu.
Por su parte, Dunn afirmó que "gran parte del trabajo de la SPC es realizada por funcionarios permanentes de la comisión, donde todos los países del Pacífico sur están representados".
"Todas las nacionalidades están presentes en la organización y existe una gran comprensión de los problemas reales de todos los países", dijo a IPS.
El técnico fijiano Savenaca Siwatibau sostuvo que la mayoría de los funcionarios proceden de los países de la región, y que la mayoría de los expertos son de "países metropolitanos. "No tenemos ahora suficientes isleños que puedan hacerse cargo de las consultorías", indicó.
Siwatibau, al igual que Sokomanu, considera que las economías de subsistencia son un buen "amortiguador" de la caída del otrora "generoso" flujo de asistencia de que gozaban los países del Pacífico sur.
La asistencia al desarrollo dirigida a los pequeños estados insulares del Pacífico cayó debido a los problemas financieros de los países donantes y al debilitamiento geopolítico de la región, que tuvo especial importancia estratégica durante la segunda guerra mundial.
Algunas pequeñas islas pretenden virar el enfoque de la agencia al denominado "microdesarrollo" en su reunión anual programada para fines de 1997, en la cual la organización pasará a llamarse Comisión de Desarrollo de las Islas del Pacífico.
Por su parte, Dunn procurará evitar un cambio operativo.
"Francamente, no creo que esta organización pueda hacerse cargo de lo que se llaman 'actividades populares'. Estamos dedicados a problemas de importancia regional en los que podemos tener un papel efectivo", opinó el funcionario.
Dunn manifestó que la SPC debería prestar más atención, por ejemplo, al mejoramiento de la captura de atún, pues se trata del principal recurso de las islas.
Steve Beverly, experto estadounidense de pesca y él mismo un pescador, parece la excepción a las críticas que se endilgan a los expertos contratados de la SPC.
Beverly pasa la mayor parte del tiempo en las comunidades de pescadores, a quienes ayuda a reparar sus embarcaciones y entrena en la pesca en alta mar y métodos de preservación de la captura. "Muchos isleños no están familiarizados con la tecnología de avanzada", explicó a IPS.
"No soy un empresario, un contador o un financista. Si ellos tienen dinero y quieren pescar en alta mar, los ayudo", agregó. (FIN/IPS/tra-en/ks/cpg/mj/ip dv/97