La Comisión Europea aprobó fondos de ayuda humanitaria para los refugiados palestinos en Líbano y para los sectores de población más necesitados en la franja de Gaza y Cisjordania, se anunció hoy oficialmente.
Los fondos, por 10 millones de ecus (1,23 dólares por unidad), serán administrados por la Oficina Humanitaria de la Comunidad Europea (ECHO) y permitirán a agencias especializadas de las Naciones Unidas y a organizaciones no gubernamentales (ONG) lanzar un programa de acción en los próximos meses.
"Más de 350.000 palestinos se encuentran en los campos de Líbano. Un aporte no rembolsable de tres millones de ecus financiará los suministros esenciales para hospitales y clínicas, lo cual permitirá ofrecer una asistencia sanitaria esencial", declaró Filippo di Robilant, portavoz de la Comisión.
Agregó que respecto de los palestinos que se encuentran en Líbano, el apoyo de ECHO está concentrado sobre todo en el sector de la salud y en la prevención de enfermedades como cólera, tifus, disentería, sarna y, en menor grado, tuberculosis, "por años de hacinamiento y falta de servicios básicos".
"Resulta imprescindible asegurar una cierta cobertura hospitalaria", advirtió Di Robilant.
A su vez, 2,5 millones de palestinos viven en Cisjordania y la franja de Gaza, y la subvención de ECHO por siete millones de ecus le permitirá obtener asistencia médica y alimentaria, aunque limitada.
"Se podrán financiar el abastecimiento de hospitales y clínicas, una campaña de vacunación e inmunización, el apoyo a instituciones especializdas y centros para inválidos, así como un banco de sangre", explicó M. Maghioros, responsable de ECHO para Palestina.
Maghioros señaló que, con el nuevo aporte, el dinero otorgado este año para ayuda humanitaria a los palestinos totaliza 12,4 millones de ecus.
Sólo en la franja de Gaza, un territorio de 378 kilómetros cuadrados sobre el Mediterráneo, viven más de 800.000 palestinos, y una gran parte permanecen todavía en campos de refugiados.
Hasta la instalación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que tiene sede en la ciudad cisjordana de Jericó, la población árabe en Gaza tuvo un acceso restringido a las escasas fuentes de agua potable.
Israel creó un sistema de distribución preferencial de agua para los 5.000 colonos judíos que viven en 17 asentamientos del área de Gaza, donde ocupan 20 por ciento del área total.
El control y uso del agua es una de las cuestiones más controvertidas en las negociaciones de paz palestino-israelíes.
Según Maghioros, la infraestructura de Gaza "no existe", porque no hay sistemas cloacales ni desagües. Tampoco hay recolección de basura.
"Varios kilómetros de desierto alrededor de los campos están cubiertos de residuos. Toda esa zona padece de altos niveles de desnutrición infantil y anemia maternal. El único hospital existente cuenta solo con 900 camas", apuntó.
La secular ciudad de Jericó se encuentra cerca de la frontera con Jordania, en Cisjordania. En 1948, su población era de 2.000 habitantes, pero en un muy poco tiempo, más de 70.000 refugiados palestinos se establecieron en campos provisorios en torno de la ciudad.
Tras la Guerra de Seis Días (1967), el grueso de los refugiado fue expulsado a Jordania, por lo cual la actual población de Jericó asciende a 16.000 personas, de las cuales varios miles habitan todavía en los campos.
Di Robilant indicó que el nuevo territorio palestino de Gaza y la región de Jericó debe implementar ahora un plan de infraestructura básica para la distribución de agua y energía, caminos, una estación marítima y un aeropuerto.
"También hay una desesperada necesidad de viviendas. Deben construirse no menos de 125.000, casas porque los refugiados que vuelven necesitan ser alojados", agregó.
La economía de Gaza está al nivel de su infraestructura y, entre 1986 y 1990, su producto interno bruto declinó constantemente, la agricultura sigue siendo modesta y la industria es casi inexistente.
"Demás está decir que el gobierno israelí no ve con buenos ojos esta ayuda (europea), porque significa una mejoría para la población palestina, la cual durante años se vió sometida a una economía de escasez y una situacion social más que precaria", dijo Shawki Armali, titular de la representación palestina en Bruselas.
Las entidades involucradas en proyectos de ayuda a los palestinos son, entre otras, la Organización Mundial de la Salud, UNICEF, el Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos, de Italia, Médicos del Mundo, de Grecia, y la Cruz Roja holandesa.
ECHO es el mayor donante mundial de ayuda humanitaria. Sólo en 1996 otorgó 656 millones de ecus a poblaciones necesitadas de 60 países y uno de sus principales objetivos es la asistencia a refugiados y personas desplazadas.
Al-Bilad, una revista de la Organización para la Liberación de Palestina, destacó en un artículo que "es apreciable la manera en que Europa está contribuyendo a sostener la dignidad palestina y su derecho a formar parte de una nueva sociedad". (FIN/IPS/ego/ff/dv/97
