El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hiroshi Nakajima, advirtió hoy, a su regreso de un viaje a Medio Oriente, que el sistema de salud de Iraq está a punto de desplomarse.
Nakajima recorrió las instalaciones sanitarias de cuatro gobernaciones de Iraq, donde constató que los establecimientos sanitarios atraviesan problemas causados por la carencia de medicamentos y de suministros esenciales.
Los hospitales de las gobernaciones de Nadjaf, Karbala, Babil y Bagdad afrontan también desperfectos de sus equipos y otras dificultades de carácter logístico y administrativo, indicó.
El jefe de la OMS viajó durante cuatro días por el país acompañado de Hussein Gezairy, director de la Oficina del Mediterráneo Oriental de la OMS, para evaluar la situación sanitaria local.
Nakajima examinó también la aplicación de la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que autoriza la venta de petróleo iraquí para permitir la compra de alimentos y fármacos.
Los cortes frecuentes del suministro de corriente eléctrica a los hospitales causan rupturas de la cadena de frío, consignó el informe de Nakajima.
La cadena de frío es un elemento vital en el programa extendido de inmunización y de erradicación de la poliomielitis que se aplica en la región de la OMS que abarca el Mediterráneo Oriental, el Cáucaso y Asia Central.
Los almacenes farmacéuticos y las farmacias públicas disponen de reducidas existencias de medicinas y abastecimientos médicos.
En un barrio importante de Bagdad, Nakajima observó grupos de enfermos que formaban colas ante un centro de salud para recibir sus medicamentos.
Las reservas de medicamentos recibidas para febrero cubrieron apenas 30 por ciento de las necesidades normales de los pacientes que acuden a ese centro.
Ocho fármacos esenciales no pudieron ser entregados a la población debido a que Kimedia, la compañia estatal que distribuye los remedios y los suministros médicos, no estaba en condiciones de proveerlos.
También resulta imposible conseguir elementos básicos como jeringas autoblocantes y vendajes.
Nakajima previno que "esta situación conduce a una parálisis del sistema de atención sanitaria, que cede bajo la presión de la carencia de medicamentos, de repuestos y de suministros básicos".
El director general de la OMS declaró su "seria preocupación ante la imposibilidad en que se encuentra el sistema de salud de enfrentar la situación y asegurar a los iraquíes un servicio como el que recibían anteriormente".
En Iraq reaparecen enfermedades que se encontraban virtualmente bajo control, explicó Nakajima.
El paludismo y las afecciones de origen hídrico, como la tifoidea, todavía no han aparecido, pero amenazan a a extensos territorios que hasta ahora habían sido considerados indemnes.
La aplicación del Memorando de Entendimiento y del plan de distribución de productos con fines humanitarios aprobados por la secretaría general de la ONU, se efectúa en el contexto de la Resolución 986 del Consejo de Seguridad.
La Resolución 986 autorizó una excepción al embargo económico dictado por la ONU contra Iraq después de la Guerra del Golfo de 1991. La disposición permite que una parte de los ingresos por exportaciones de petróleo se destinen a compras de productos con fines humanitarios.
El resto de la recaudación petrolera comenzó a pagar, también bajo control de la ONU, las indemnizaciones por daños y perjuicios causados por la invasión iraquí a Kuwait, de 1990, y la guerra posterior.
Nakajima informó de que en sus conversaciones con las autoridades iraquíes se ofreció la asistencia de la OMS para la aplicación completa de la Resolución 986.
El funcionario internacional exhortó a todas las partes involucradas a "demostrar un espíritu de colaboración estrecha para asegurar el éxito de la operación, con vistas a mejorar las condiciones de salud del pueblo de Iraq".
La OMS actúa como "observadora para asegurar la distribución equitativa de los productos medicinales importados por Iraq, que en el primer semestre se elevarán a 210 millones de dólares.
Pero el Memorando de Entendimiento reserva también a la OMS, en las gobernaciones del norte del país, el papel de ejecutora de la distribución de medicinas y suministros medicinales por 28,8 millones de dólares. (FIN/IPS/pc/dg/he-pr/97