Los ministros de Trabajo de España y de los cinco estados asociados en el Mercosur (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) acordaron el miércoles 29 orientar y concentrar en los aspectos sociales fundamentales los procesos de integración en los que participan.
El acuerdo figura en un documento firmado tras una reunión de dos días por los ministros de Trabajo de Argentina, José Caro Figueroa, de Chile, Jorge Arrate, de España, Javier Arenas, de Uruguay, Ana Lía Piñeyrúa, de Paraguay, Sebastián González, y el asesor especial del ministro de Brasil, Jorge Jatobá.
En la declaración se considera que los procesos de integración regional de Europa y América Latina comparten el objetivo de impulsar, reforzar y consolidar el desarrollo económico y social.
Para cumplir ese objetivo, los firmantes se comprometen a promover un crecimiento equilibrado y sostenible que contribuya a la mejora del nivel y calidad de vida de los ciudadanos, y posibilite el mantenimiento y evolución de sus Estados en democracia, libertad, paz, estabilidad y justicia.
También acordaron impulsar la celebración conjunta de encuentros, conferencias, jornadas y seminarios, el intercambio de expertos, el diseño de programas de becas de estudio y el examen de la posibilidad de presentar y ejecutar proyectos conjuntos en el campo sociolaboral.
En los debates previos, los ministros expresaron opiniones coincidentes que fueron recogidas en las conclusiones del seminario.
Entre ellas destaca la necesidad de "superar las situaciones de rigidez del mercado de trabajo", provengan de la legislación o de la negociación colectiva.
Asimismo, apuntan a superar los problemas de la economía informal, los excesos de la temporalidad y subrayan que "los problemas de desigualdad y de pobreza deben ser tenidos en cuenta a la hora de buscar y aplicar las mejores soluciones para una mejora en el mercado de trabajo".
Arrate observó que en los países sudamericanos representados en la reunión existe consenso acerca de que la formación profesional de calidad es uno de los factores de competitividad más importantes.
Instó en ese sentido a que se inicie un trabajo conjunto para desarrollar una formación para el trabajo de calidad en el contexto del Mercosur.
González señaló que el Mercosur requiere "el fortalecimiento de los procesos democráticos y la aplicación de estrategias que contribuyan al proceso utópico de un desarrollo sostenible".
Ese hecho debería ser conciliable con la reconversión del aparato productivo y un aumento significativo de su productividad y competitividad internacional, añadió.
Ana Lía Piñeyrúa, quien disertó sobre políticas y programas en favor de la seguridad y salud en el trabajo, dijo que "la siniestralidad laboral, los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, constituyen el factor más negativo que rodea al mundo del trabajo".
Por esa razón, abogó porque la seguridad del trabajo se plantee como objetivo primordial de todo programa de gobierno, para que se haga efectiva.
El brasileño Paulo de Tarso Almeida, quien estuvo ausente por motivos de política interna, señaló en una conferencia entregada a los presentes, que los aumentos de productividad y la reducción de los costes del trabajo deben apuntar a aumentar la eficiencia del mercado laboral "y a aumentar la igualdad y la equidad".
"La globalización tiene costes sociales de transición a los que todos nuestros gobiernos tienen que estar atentos. Deben concebirse políticas públicas que atiendan a aliviar estos costes", indicó.
"Los cambios deben servir para mejorar la vida de todos los ciudadanos", lo cual sería una manera inteligente de sacar ventajas de la globalización, afirmó.
En términos similares se expresó en la clausura del encuentro el viceministro de Economía e Integración de Paraguay, Sebastián González, quién habló como representante del país que ejerce este semestre la presidencia del Consejo del Mercosur.
González llamó a redoblar los esfuerzos en favor de los sectores menos favorecidos, para hacer del Cono Sur "una zona donde la justicia social y el desarrollo sostenible no sea una quimera".
Javier Arenas, quién tomó la palabra como anfitrión español, cerró el acto afirmando que "si se quiere hablar de la Europa de los ciudadanos y del Mercosur de los ciudadanos se tiene que hablar de cuestiones sociales, de relaciones laborales y, sobre todo, de empleo".
La falta de trabajo, añadió, no debe constituir "un problema de desempleo, sino que debe alcanzar la categoría de auténtica obsesión".
Arenas puso énfasis en que competitividad y solidaridad deben ser dos caras de una misma moneda y convocó a sus colegas a pasar de la teoría a la práctica y hacerlo cumpliendo los acuerdos y los compromisos firmados este miércoles en Madrid. (FIN/IPS/af/dg/if-lb/97
