El presidente del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), Juan Adolfo Singer, llamó este viernes en Venezuela a sacar la integración regional de su reductivo aspecto comercial, porque de no hacerse el proceso durará poco.
Alertó además que tan solo a través de esa integración plena y de largo plazo que potencie "sus unidades", los países latinomericanos podrán dar respuesta a las exigencias de un mundo en transformación y no quedarse en parias de la globallización.
Singer participa en un seminario de tres días, que concluye este sábado, sobre "La integración y la democracia del futuro en América Latina", junto con ex gobernantes, académicos, comunicadores y representantes de organismos regionales.
El presidente del Parlatino indicó que la integración representa una especie de "nueva ideología", que en la práctica reactualiza lo que por siglo y medio se calificó como "la utopía bolivariana" de pretender formar "una república de naciones".
"Lo utópico ahora es el aislacionismo", porque ningún país de la región, por grande que sea, puede afrontar los desafíos que le impone la globalización mediante un proyecto centrado "fronteras adentro", dijo Singer a IPS.
Singer, de origen uruguayo, consideró también que sin integración "no habrá posibilidad alguna" de que en América Latina se enfrente el fenómeno de la creciente pobreza.
Pero el legislador criticó que los gobiernos latinoamericanos hayan concentrado sus esfuerzos en promover un aspecto reductivo de la integración, como es el mercantil, porque ese enfoque es muy cortoplacista y durará poco si no es ampliado.
Recordó que el decano del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Lester Thurow, uno de los "gurúes" de las nuevas ideas económicas, critica por esa debilidad intrínseca los grandes bloques comerciales en gestación.
En su libro "El futuro del capitalismo", Thurow detalla que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), entre Canadá, Estados Unidos y México, tendrá corta vida si no se transforma en un acuerdo de dimensiones políticas.
También califica de poco consistente el proyecto de negociar antes del 2005 un Area de Libre Comercio de America (ALCA) entre el norte y el sur del continente, porque es un plazo muy largo en una realidad tan dinámica y porque se limita a lo mercantil.
El megaproyecto de apertura protagonizado por el bloque de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC) -donde están México y Chile por la región-, es visto por Thurow como una fantasía, porque se plantea la liberalización para el 2025 "cuando pocos estaremos vivos".
Para Singer, la tarea por hacer es dar a la integración dimensión política, cultural y social mediante una participación de todas las organizaciones de la sociedad civil, que expandan su dimensión y la hagan sentir cercana a los pueblos de la región.
Insistió en que la identidad latinoamericana no es un proyecto futuro, sino una realidad subyacente de manera muy profunda en todos los pueblos del subcontinente, como describe el escritor mexicano Carlos Fuentes en su libro "El espejo enterrado".
"Leyendo ese libro resalta cómo los latinaomericanos somos una verdadera nación por su identidad cultural", dijo Singer.
El presidente del Parlatino explicó que promover esa identidad latinoamericana es la tarea que se ha adjudicado el organismo, conformado por legisladores de 22 países y que impulsa alianzas con este fin con las iglesias, las universidades y organizaciones no gubernamentales.
Criticó que al hablar de integración se reflejen sobre todo los costos de llevarla a cabo, a su juicio tan ineludibles como magnificados, pero no se aborde el mucho mayor costo que tendría no hacerla.
Singer calificó como "un chiste" la resistencia a la integración en base a anacrónicos conceptos de soberanía. La globalización, dijo, lleva a los estados nacionales a perder poder, incluso si se trata de Estados Unidos.
Citó, a título de ejemplo, que ni Washington está en capacidad de dominar los flujos financieros, que se han transformado en un incontrolable poder informal, mientras que la supranacional Organización Mundial de Comercio regula ahora ese sector.
Singer recordó la tesis de un ideólogo regional como fue el chileno Felipe Herrera, el primer presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, quien sostuvo que la integración "no es una cesión de soberanía sino su ejercicio en un escenario más vasto".
La que se ejerce en el ámbito estrictamente nacional resulta "una soberania asfixiada", consideró el presidente del Parlatino.
Sobre la marcha de los bloques de integración regionales, Singer analizó que el Mercado Común del Sur (Mercosur), integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, es por su rápida expansión y peso específico el que se está transformando en "un polo de atracción".
Recordó que Chile y Bolivia ya suscribieron acuerdos de liberalización con el Mercosur, mientras que Venezuela "lo hará sin falta este año", lo que llevaría a ese bloque a representar tres cuartas parte del territorio de la región, de su producto interno bruto y de su población.
Pero Singer excluyó que esa atracción del Mercosur signifique que los demás grupos subregionales pierdan vigencia, porque "se trata de esfuerzos complementarios que en algún momento deberán converger y todos ellos forman parte de un mismo proceso". (FIN/IPS/eg/dg/if/97