GUATEMALA: Avanzan preparativos para desmovilización

La construcción en Guatemala de los campamentos donde se concentrarán los ex guerrilleros avanza a buen ritmo, cuando este este lunes llegó a este país centroamericano el primer grupo de 10 Boinas Azules de la ONU que verificará la desmovilización.

Para verificar la desmovilización de los alrededor de 3.000 guerrilleros, tras la firma de la paz que concluyó con 36 años de conflicto armado interno el 29 de diciembre, se contará con un grupo de 155 Boinas Azules, de diferentes nacionalidades.

El Congreso deberá aprobar por mayoría calificada la presencia de los Boinas Azules, pero la presidenta del cuerpo, Arabella Castro, anunció que existe consenso para respaldar la iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo.

El general español José Rodríguez, jefe de la misión internacional de observadores militares que verificará el acuerdo del cese al fuego, informó que el primer grupo que llegó este lunes realizará trabajos de estudio con el fin de distribuir las funciones y ubicar al resto del contingente.

Los demás integrantes llegarán unos días antes del inicio del definitivo cese al fuego, cuya fecha aún no ha sido fijada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) deberá entregar el inventario de sus armas, los nombres de quienes integran sus filas, la ubicación de los buzones de armas y las zonas donde se colocaron minas y otros artefactos explosivos.

Mientras, la construcción de los ocho campamentos que albergarán a los desmovilizados avanzan rápidamente y se estima que estarán concluidos el domingo próximo.

Las obras de insfraestructura en los campamentos, ubicadas en los departamentos de Escuintla y Santa Rosa (sur), Petén (norte), Quiché y Quetzaltenango (oeste), incluyen la construcción de carreteras e instalación de agua potable.

El costo total de los campamentos, siete de los cuales se encuentran en fincas privadas, sobrepasará el millón de dólares y será absorbido por la cooperación internacional, informó Alvaro Colom, director del Fondo Nacional para la Paz (FONAPAZ).

Los campamentos cuentan con comedores, dormitorios para 25 personas cada uno, guardería y un módulo para hospedar a las familias de los ex combatientes que lleguen de visita.

También se construirán un puesto de comando en el centro de cada campamento, una clínica médica, una bodega refrigerada para alimentos, la residencia de los observadores militares, así como un espacio donde se colocará el contenedor especial donde se almacenarán las armas.

Se estima que los guerrilleros desmovilizados pasarán de dos a tres meses en los campamentos hasta que sean reubicados y puedan integrarse a la actividad productiva del país.

Los campamentos pequeños albergarán a 300 personas y los grandes de 500 a 600, dijo a IPS Ana Victoria Ramírez, de la Comisión Nacional para la Atención de Refugiados y Retornados (CEAR).

La institución administradora de los recursos es la Organización Internacional de Migraciones.

La URNG ha estado verificando que los campamentos se adapten a sus necesidades, "su participación es directa y estrecha así no hay posibilidades de malas interpretaciones porque conjuntamente con ellos se hace todo el trabajo", indicó Ramírez.

Tras su desmovilización, la organización guerrillera formará un partido político que mantendrá su nombre, informó el Comandante Pablo Monsanto, líder de las Fuerzas Armadas Rebeldes, uno de los cuatro grupos que integran la URNG. (FIN/IPS/cz/ag/ip/97

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