Treinta y cinco compañías transnacionales de Estados Unidos lanzarán en abril una campaña contra las sanciones comerciales impuestas por el gobierno federal y autoridades locales a países calificados de "renegados".
"Las sanciones unilaterales no son eficaces", afirmó Frank Kitteredge, del Consejo Nacional de Comercio Exterior, un grupo de Washington que encabeza la resistencia al boicot promovido en Estados Unidos contra Birmania y Nigeria, cuyos gobernantes son acusados de grave violación de los derechos humanos.
Washington mantiene unilateralmente el bloqueo de Cuba e Irán, y agregó sanciones propias a las medidas de la comunidad internacional contra Libia. Mientras, estados y municipalidades del país decretaron el boicot a toda relación comercial con Birmania y Nigeria.
"Obsérvese el embargo (que Estados Unidos) aplica a Cuba. La intención era derrocar a (Fidel) Castro, pero no ha tenido resultado", dijo Kitteredge, ex ejecutivo de la compañía General Electric.
En cambio, "el embargo multilateral puede ser eficaz", agregó, y puso de ejemplo el caso de Iraq, sancionado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde 1990 por su invasión de Kuwait, originalmente, y luego como medio de presión para que renuncie a sus armas de destrucción masiva.
Kitteredge advirtió que las sanciones comerciales tienen un alto costo para las compañías estadounidenses y afectan el empleo.
La legislación del estado de Massachusetts y disposiciones de varias ciudades de California, Colorado y Wisconsin excluyen de los contratos locales a las compañías que mantienen negocios con Birmania.
Varias grandes empresas, como Apple Computer, Kodak, Motorola, PepsiCo y Walt Disney se retiraron de Birmania por presión de los grupos que protestan contra la dictadura militar impuesta en Rangún.
Mientras, las firmas que no se unieron al boicot se arriesgan a perder oportunidades comerciales en los estados y ciudades incorporados a la ofensiva contra el régimen birmano.
Ericsson, de Suecia, informó haber sido descalificada como aspirante a un contrato por 40 millones de dólares para la rehabilitación de un sistema de comunicaciones de emergencia de San Francisco debido a su presencia en Birmania.
La empresa sueca considera ahora la posibilidad de recurrir ante los tribunales de justicia.
Bill Lane, representante en Washington de la transnacional Caterpillar, destacó que su empresa perdió una venta de motores a Canadá porque una parte de la exportación estaba destinada a un país de Medio Oriente sancionado en Estados Unidos. El cliente optó entonces por adquirir los motores a una firma alemana.
Caterpillar es uno de los principales protagonistas de la campaña de la NFTC contra el sistema de sanciones unilaterales, al igual que Dresser international, fabricante de equipos de perforación de pozos petroleros.
La NFTC proyecta en su campaña de "educación" del público dar a conocer el impacto de las sanciones, y presiona a los dirigentes políticos de Washington.
El programa, a implementarse a mediados de abril, tiene el apoyo de la firma de abogados Hogan & Hartson, de la compañía de relaciones públicas Wexler y de la Asociación Nacional de la Industria Manufacturera, un grupo de presión empresarial.
En tanto, los partidarios de las sanciones han logrado progresos hacia el bloqueo comercial de Nigeria.
Un decreto prohibe a la municipalidad de Oakland, en California, efectuar compras o contratar los servicios de empresas que operan en Nigeria, y otras ciudades del mismo estado consideran medidas semejantes.
La NFTC no está sola en la lucha contra el régimen de sanciones económicas. En efecto, la representación de la Unión Europea (UE) en Washington protestó ante el Departamento de Estado por la decisión del estado de Massachusetts de excluir de sus contratos a compañías con intereses en Birmania.
"La Unión Europea comparte la preocupación de Estados Unidos frente a la ausencia de medidas de democratización y a la continua violación de derechos humanos en Birmania", señaló el embajador de la UE, Hugo Paemen.
"Nuestras objeciones se refieren únicamente a lo que consideramos una omisión en las obligaciones internacionales de Estados Unidos", explicó Paeman.
Al respecto, destacó que la resolución del estado de Massachusetts transgrede el tratado entre Estados Unidos y la UE para la participación de empresas en los contratos de los gobiernos.
Funcionarios de la UE explicaron que su deseo es que Estados Unidos presente una sola posición, de carácter multilateral, en materia de sanciones a terceros países.
Al respecto, indicaron que los 15 países del bloque europeo suspendieron este martes, de común acuerdo, los beneficios arancelarios del Sistema de Preferencias Generalizadas concedidos a las exportaciones agrícolas de Birmania.
Kitteredge informó que su grupo también se propone sugerir alernativas al embargo comercial como medida de presión política. Esas nuevas opciones serían la vía diplomática y el diálogo "constructivo".
Pero Thaung Ahtun, del Grupo de Apoyo a Birmania, de Nueva York, desestimó esos mecanismos alternativos, por ineficaces.
"Las utilidades de las empresas de riesgo compartido conformadas entre compañías multinacionales y la junta militar de Birmania van directamente al bolsillo de los generales", aseguró Ahtun.
En opinión de varios activistas, la campaña anunciada por la NFTC demostraría que las sanciones comerciales son eficaces, pues varias corporaciones han empezado a tomarlas en serio. (FIN/IPS/tra-en/pc/yjc/ff/ip/97